Sí, organización. Para poder construir una sociedad cada vez mejor debemos organizarnos como ciudadanos y luchar por mejores condiciones de vida en nuestras ciudades.
En muchos otros artículos hemos abordado el principio de la formación como base en la construcción de ciudadanía. Sin embargo, el saber no siempre es sinónimo del hacer, he aquí la importancia de pasar de la teoría a la acción.
Cuando poseemos una ciudadanía que sabe su rol en la sociedad, cuando conoce de lleno sus derechos y sus deberes, entonces ya está preparada para dar el siguiente paso: Organizarse para hacerse sentir.
Los ciudadanos no solo deben concentrarse en entes como Asociaciones de Vecinos, Juntas de Condominio o Consejos Comunales (caso venezolano), sino que debe ir un paso más allá y unir esfuerzos en estructuras que exterioricen más los deseos colectivos de la sociedad.
En los últimos tiempos grupos pro-ecológicos, derechos de las mujeres, y grupos en pro de los Derechos Humanos, han sido los que más han copado la atención de los ciudadanos venezolanos, sin dejar de mencionar los tradicionales espacio de encuentro enfocados en aspectos como: cultura y deporte. Sin embargo, debemos ir un poco más y extender los temas, espacios y orientación de la acción del ciudadano.
Son los temas presupuestarios, administrativos, de ordenanzas locales y de seguridad, ámbitos donde la voz del ciudadano debe sentirse y no solos de forma esporádica en asambleas de ciudadanos o derechos de palabras en la Cámara Municipal, sino de manera permanente y activa.
Se debe ir un poco más allá; una sociedad realmente comprometida con el bienestar común debe estar organizada para apoyar en temas presupuestarios, financieros y de organización local, debe hacer sentir su opinión en aspectos fundamentales de la vida diaria y no esperar a que los convoquen. Aquí se debe recordar que el ciudadano es un factor vivo y activo en la ciudad.
Es por todo esto que se debe promover la organización del ciudadano. Y, se debe subrayar que esta organización debe estar plenamente divorciada de intereses partidistas. No se puede permitir que tendencias políticas socaven la integridad de la fuerza independiente de la ciudadanía.
Ahora bien, ¡organización! ¡Y más organización! Si una ciudad posee ciudadanos organizados para analizar, opinar e incidir en temas como el Presupuesto de Inversión local, si posee a vecinos atentos a temas como las leyes y/u ordenanzas locales, de las tomas de decisión administrativas del poder ejecutivo local, entonces se lograría la total participación de la ciudadanía en tiempo real y efectiva.
En conclusión, no basta con saber lo que debemos hacer, sino que debemos hacerlo. Los ciudadanos no pueden seguir aislados de los temas de la ciudad, no pueden seguir dejándoles todo a los políticos para luego quejarse sobre lo que está bien y lo que está mal. Es momento de construir en Venezuela, y en el resto de América Latina, sociedades comprometidas con el futuro y activas en el presente.
María Alejandra Malaver (@malemalaver)
Miembro de la Directiva Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela