Este viernes 26 de noviembre, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) mostró su preocupación por las condiciones en las que están los migrantes y refugiados venezolanos en Guyana, sobre todo, los miembros de la comunidad indígena warao.
Un niño de estas comunidades falleció y otros tuvieron que recibir atención médica la semana pasada debido a problemas derivados de la malnutrición y las malas condiciones sanitarias, dijo la representante regional de Acnur Philippa Candler.
El acceso de estos indígenas a servicios de atención es limitado, y el envío de ayuda se ve dificultado por la falta de infraestructura de transporte en las remotas áreas donde algunas de las comunidades se han reubicado, señaló.
«Muchos de los warao sólo pueden comer una vez al día, a veces menos, no tienen oportunidades de empleo y la mitad de ellos recurren a la mendicidad, dependen de la asistencia humanitaria o realizan pequeños trabajos, a veces a cambio de comida», señaló en videoconferencia desde Panamá.
Guyana acoge unos 24.500 migrantes y refugiados procedentes de Venezuela, tan sólo una pequeña parte de los más de seis millones que han dejado el país a causa de la crisis económica y política que atraviesa en los últimos años.