Ola de protesta en Corea del Sur tras prohibición el consumo de carne de perro. Productores de carne de perro y dueños de restaurante encabezan el reclamo en las calles.
Consideran –los manifestantes- que las granjas caninas y otros negocios relacionados deben seguir funcionando legalmente. De no ser así, su fuente de ingresos se vería diezmada y una parte de la población quedaría privada de un platillo tradicional.
«Si tengo que cerrar (el negocio), con la situación financiera en la que estoy, realmente no hay respuesta a qué podría hacer», señalo Lee Kyeong-sig, propietario de una granja en las afueras de Seúl en la que cría a unos 1.100 perros. «Llevo 12 años en esto y es tan repentino», comentó sobre el plan de las autoridades surcoreanas de implementar la ley este año.
La ola de reproches se produce tras intentos anteriores de prohibir la venta de carne de perro en el país fracasaran debido a una fuerte oposición a la medida. Sin embargo, esta vez el Gobierno considera dar a la industria un período de gracia de tres años y suministrar un amplio apoyo financiero a los afectados, reseña El Universal.
El objetivo principal de la propuesta de ley radica en poner fin a cualquier actividad relacionada con la matanza, despiece y distribución o venta de carne de perro. La iniciativa prevé que se empiecen a reprimir tales actividades a partir del 2027.
Entretanto, según encuestas realizados en 2022, casi dos tercios no apoyan el consumo de la carne canina. Además, solo el 8% asegura que consume platillos de este tipo, una cifra significativamente menor respecto a la del 2015, que era del 27%.
Fuente: El Universal/ RT