Este miércoles 26 de diciembre, tras la víspera navideña, el papa Francisco pidió a Dios para que «reanime al querido pueblo venezolano, probado largamente por tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita».
Francisco se asomó al balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro para la bendción Urbi et Orbi y envió su tradicional mensaje, en el que pidió esperanza «para todo el continente americano», «agitado» entre la situación social y política.
Inició su mensaje indicando que «hay tinieblas» en los corazones de las personas, en las relaciones personales y familias y en los conflictos económicos, geopolíticos y ecológicos.
Rezó para que el pueblo venezolano tenga «aliento» por las tensiones debido a la crisis del país y enfatizó que «más grande es la luz de Cristo».