Analistas afirman que el proceso iniciado en la AN para la designación del nuevo CNE conforme a la LOPE, que abriría una rendija para procesos comiciales que generaran confianza en el electorado, quedaría invalidado si llegase a aceptarse la omisión legislativa que daría carta blanca a la decisión del TSJ.
En este sentido, el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Ángel Medina, indicó que la designación del Comité de Postulaciones para elegir a nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), no se puede dar debido a que ninguna de las partes que hoy en día están en pugna tiene la mayoría parlamentaria para hacerlo.
Medina señaló que hubo conversaciones con el PSUV con respecto a este tema pero no hubo respuestas concretas. Advirtió que “no crean que destruyendo este camino para elegir un nuevo CNE van a solucionar las cosas, por el contrario se va a profundizar la crisis”.
Añadió que “hoy se intenta nuevamente cerrar una puerta a este camino, al tratar de configurar una nueva institucionalidad que no existe, ni tiene base” refiriéndose a las “sesiones” que el parlamentario Luis Parra ha llevado a cabo en el hemiciclo del Palacio Legislativo.
Los diputados disidentes de la oposición, encabezados por Luis Parra, José Gregorio Noriega y Franklin Duarte, consideraron plantear la “omisión legislativa” para que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) proceda a nombrar a los rectores del CNE.
En este sentido, el diputado José Gregorio Aparicio llamó a dictar “la omisión legislativa” dada la ausencia de los diputados de la oposición que apoyan al diputado Juan Guaidó y tienen pendiente terminar de conformar el Comité de Postulaciones para el CNE.
Por su parte, el constituyente del PSUV, Francisco Torrealba, señaló que en la sesión de la AN, “la representación de la derecha opositora presente admitió que hay omisión legislativa y que cualquier decisión sobre el CNE debe ser tomada en el TSJ”.
Sin embargo, horas después Parra reivindicó las competencias de la AN para la designación de un nuevo CNE, aseguró que el voto es el camino para lograr los cambios políticos que el país requiere y reiteró que el «Parlamento no va a entregar sus competencias». Precisan que “jugar a otra vía, y colocarse de nuevo en el camino del TSJ no es el anhelo de la mayoría del país «.
Pero Torrealba advirtió que “la derecha” ha afirmado que “ningún grupo reúne las dos terceras partes que son necesarias para tomar decisiones en esta materia”. Se necesitan 112 votos en la AN para el cambio de autoridades electorales y, sumando tres suplentes (que no les correspondería ser incorporados) los disidente llegan a 21 votos mientras que el bloque chavista de la Patria tendría 49.
A petición de Parra fue designada una comisión especial que instará a los miembros del comité preliminar de postulaciones para que “retomen de manera inmediata sus actividades”, con el propósito de designar “a la brevedad del caso” al nuevo CNE.
Mientras, la AN donde está la mayoría de los parlamentarios opositores quienes apoyan a Guaidó, sigue adelante con su cronograma de trabajo para la conformación de un nuevo CNE, y afirman que en los días finales de enero se recibirán las postulaciones de la sociedad civil para terminar de conformar el Comité de Postulaciones.
Lo cierto es que en las dos últimas décadas solo un CNE no ha sido nombrado por el TSJ, en estricto apego a la Ley. Los cinco rectores principales y 3 suplentes incorporados de 2006 salieron de la AN y se pudiese incluir la renovación del 2009 pero ese caso está cuestionado, se señala que la AN saliente violó la Ley ya que no le correspondía hacer el nombramiento.
Se teme que en medio de todo el TSJ decida y que decida mantener los mismos rectores porque sus plazos no habrían vencido. El problema con esto es que el CNE tiene un rechazo de 86% de la población, superior a 70% desde el 2014, por lo que para ganar la confianza del electorado sería mejor un nuevo CNE.
Elizabeth Dávila H.