Reunir a la ciudadanía en torno a las artes, la cultura, la comunidad y lo público. Este fue el llamado que realizó la Universidad de Chile y que fue contestado por unas cinco mil personas este jueves 26 de enero, quienes llegaron hasta las inmediaciones del Metro Estación Baquedano para ser parte del concierto de la Novena Sinfonía de Beethoven.
El concierto, que reunió a más de 150 de músicos y coristas de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y del Coro Sinfónico Universidad de Chile, bajo la batuta del maestro barquisimetano Rodolfo Saglimbeni y el maestro Juan Pablo Villarroel, respectivamente-, es parte de las conmemoraciones de los 180 años de la Casa del venezolano universal Andrés Bello, ciclo de celebraciones iniciado el 19 de noviembre del 2022, y que culminará en septiembre del 2023.
“El acceso amplio al arte y la cultura de manera democrática es esencial para fortalecer la cohesión social, porque a través de las expresiones artísticas y el encuentro en espacios públicos nos reconocemos como comunidad”, dijo la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, al inicio del evento que contó con una masiva asistencia.
“Asumir que los espacios son comunes, que pertenecen a todos, y que existe la responsabilidad de cuidarlos, mejorará la convivencia, alentando actitudes cívicas, democráticas y respetuosas. Es del conocimiento que la fraternidad, que celebra la Novena Sinfonía, es necesaria para el desarrollo de un país más justo e igualitario para todos, ese país al que la Universidad de Chile en sus 180 años de historia no ha dejado de servir”, agregó la rectora.
El acto cultural se desarrolló con el apoyo del Gobierno Regional Metropolitano, la Delegación Presidencial y los municipios de Providencia y Santiago.
Reconocida por la UNESCO como herencia espiritual de la Humanidad y uno de los pilares de la música occidental, la “Novena” es la última sinfonía compuesta y terminada por Beethoven, cuyos orígenes se remontan a 1793, cuando el compositor manifestó su intención de trabajar el poema Lied an die Freude (Oda a la Alegría) de Schiller. En 1808 compuso la Fantasía Coral op.80, una especie de ensayo preparatorio. Si bien algunos materiales son de 1817, fue a partir de 1822 que comenzó a trabajar seriamente en ella, tras recibir un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres, terminándola de manera definitiva en 1824, año en que fue estrenada en Viena.
En esta oportunidad, estuvieron en escena 80 músicos y 70 coristas. Entre ellos y ellas se encontraron destacados solistas nacionales como Carolina García-Valentín, soprano de vasta trayectoria, quien durante cinco años recibió la beca Amigos del Teatro Municipal de Santiago. También participó María Luisa Merino, mezzosoprano titulada en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y ganadora de importantes concursos como «Dr. Alejandro Cordero”, “Mujeres en la música” y «Festival de Ópera Internacional Laguna Mágica».
Felipe Catalán, tenor que desde el año 2009 integra la Camerata Vocal de la Universidad de Chile, y Patricio Sabaté, premiado como “Mejor Solista Nacional” por el Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso en 2008 y por el Círculo de Críticos de Arte de Chile en los años 2009 y 2014, también formaron parte del espectáculo.
Es importante destacar el trabajo del director de orquestas barquisimetano Rodolfo Saglimbeni, el cual fue celebrado por el Círculo de Críticos de Arte de Chile como uno de los mejores del año 2022, nombramiento otorgado al músico larense por su desempeño en los múltiples conciertos que viene dirigiendo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile.
Con información suministrada por la Universidad de Chile
Fotos: Cortesía Universidad de Chile