(AP) — El máximo tribunal de Naciones Unidas ordenó a Israel que haga todo lo que pueda para prevenir muertes, destrucción y cualquier acto de genocidio en Gaza, pero no le ordenó poner fin a la ofensiva militar que ha devastado el enclave palestino.
En un fallo que mantendrá a Israel bajo una lupa jurídica durante años, el tribunal ofreció poco consuelo a los gobernantes israelíes en una causa por genocidio interpuesta por Sudáfrica que se adentra en la esencia de uno de los conflictos más espinosos del mundo. Será difícil hacer cumplir la media docena de órdenes de la corte si no hay alguna especie de cese del fuego o pausa en los combates.
“La corte tiene plena conciencia de la magnitud de la tragedia humana que se desarrolla en la región y está profundamente preocupada por la continua pérdida de vidas y por el sufrimiento humano”, dijo la magistrada Joan E. Donoghue, presidenta del tribunal.
El fallo equivalió a una abrumadora reprimenda por la conducta de Israel en la guerra y se sumó a la creciente presión internacional para detener la ofensiva que inició hace casi 4 meses y que ha matado a más de 26.000 palestinos, ha diezmado amplias zonas de Gaza y ha obligado a casi el 85% de sus 2,3 millones de habitantes a dejar sus hogares.
El permitir que las acusaciones se sostengan fue doloroso para el gobierno de Israel, que fue fundado como Estado judío después de que los nazis masacraron a 6 millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que el hecho de que el tribunal estuviese dispuesto a examinar los cargos de genocidio era “una marca de vergüenza que no desaparecerá durante generaciones”, y se comprometió a seguir adelante con la guerra.
El poder del fallo se amplificó por el momento en que fue emitido, la víspera del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto.
Horas más tarde el viernes, el secretario general de la ONU, António Guterres, enfatizó que los fallos del máximo tribunal son jurídicamente vinculantes y que “confía” en que Israel acatará sus órdenes, incluida la de “tomar todas las medidas que estén a su alcance” para prevenir actos que traigan consigo la destrucción del pueblo palestino.
Por su parte, el exministro de Defensa israelí Benny Gantz dijo que “los que realmente necesitan ser enjuiciados son los que asesinaron y secuestraron a niños, mujeres y ancianos”, refiriéndose a los combatientes de Hamás que atacaron Israel el 7 de octubre. En la incursión murieron unas 1.200 personas y otras 250 fueron tomadas como cautivos.
El tribunal también exhortó a Hamás a liberar a los rehenes que aún están cautivos. Hamás exhortó a la comunidad internacional a hacer que Israel acate las órdenes judiciales.
Muchas de las medidas fueron aprobadas por una abrumadora mayoría de los jueces. De las seis órdenes, un juez israelí votó en favor de dos: una para que se proporcione ayuda humanitaria y otra para impedir que haya discursos incendiarios.
El magistrado israelí Aharon Barak dijo que respaldaba esas órdenes con la esperanza de que “ayuden a disminuir las tensiones y desalentar la retórica perjudicial”, a la vez que atenúan las “consecuencias del conflicto armado para los más vulnerables”.
Ese tipo de medidas provisionales emitidas por la Corte Internacional de Justicia son jurídicamente vinculantes, pero no está claro si Israel las acatará.
“Seguiremos haciendo lo que sea necesario para defender a nuestro país y defender a nuestro pueblo”, declaró Netanyahu, que rechazó el fallo en declaraciones en dos idiomas. En un mensaje dirigido a su audiencia nacional, el tono fue más desafiante en hebreo, y en inglés se abstuvo de criticar abiertamente al tribunal.
La corte determinó que Israel debe hacer todo lo que pueda para evitar un genocidio, incluyendo abstenerse de dañar o matar a palestinos. Falló también que el gobierno israelí debe enviar ayuda básica a Gaza urgentemente, y que Israel debería castigar cualquier instigación a cometer genocidio, entre otras medidas.
El panel le pidió a Israel que en un mes presente un informe sobre las medidas que haya tomado.
“Ese es un tiempo tras el cual el tribunal podría volver a actuar y decir: ‘Ustedes no han cumplido las órdenes. No las han acatado. Ahora hallamos que se encuentran en el proceso de cometer genocidio’”, comentó Mary Ellen O’Connell, profesora de derecho y estudios internacionales sobre la paz en el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame.
La decisión del viernes fue un fallo provisional. A la corte podría llevarle años sopesar todos los aspectos de las acusaciones de Sudáfrica de que se está cometiendo un genocidio. El Consejo de Seguridad de la ONU programó una reunión para el miércoles con el fin de dar seguimiento al fallo.
En Israel, algunos comentaristas dijeron que la decisión de no ordenar un cese del fuego fue recibida con cierto alivio, ya que ayudó al gobierno israelí a evitar un choque con un alto organismo de la ONU.
Los palestinos y sus simpatizantes dijeron que el tribunal dio un paso importante para hacer que Israel rinda cuentas por sus acciones. El Ministerio del Exterior de la Autoridad Palestina —el gobierno palestino en Cisjordania que goza de reconocimiento internacional— dijo que el fallo “debería servir como una llamada de atención para Israel y los actores que posibilitaron su arraigada impunidad”, una evidente referencia a Estados Unidos, el principal aliado del gobierno israelí.
Washington reiteró su posición de que Israel debe “tomar todas las medidas posibles” para reducir al mínimo el daño a civiles, incrementar la ayuda humanitaria y reducir la “retórica deshumanizante”.
“Seguimos creyendo que las acusaciones de genocidio son infundadas”, declaró el Departamento de Estado en un comunicado.
Por su parte, el gobierno sudafricano consideró que el fallo determinó que “las acciones de Israel en Gaza son plausiblemente genocidas”.
“No hay un fundamento creíble para que Israel siga afirmando que sus acciones militares se apegan totalmente al derecho internacional”, declaró el gobierno en un comunicado.
Israel suele boicotear a los tribunales internacionales y las investigaciones de la ONU, alegando que son injustas y parciales. Pero en esta ocasión tomó la inusual medida de enviar un equipo jurídico de alto nivel, un indicio de la elevada importancia que le da al caso.
El Ministerio de Salud de Gaza no diferencia entre combatientes y civiles en su cifra de muertos, pero la agencia ha dicho que aproximadamente dos terceras partes de los fallecidos han sido mujeres y niños.
Las fuerzas armadas israelíes dicen que al menos 9.000 de los más de 26.000 muertos eran milicianos de Hamás.
Funcionarios de la ONU han expresado temores de que más personas puedan fallecer por enfermedades y desnutrición, y que al menos una cuarta parte de la población de Gaza pasa hambre.
Yuval Shany, profesor de derecho en la Universidad Hebrea e investigador del Instituto de la Democracia de Israel —un centro apartidista de investigación—, dijo que la decisión de la corte “no es tan mala como Israel temía que sería” y no alterará en lo fundamental la forma en que las fuerzas armadas están librando la guerra.
“El mayor temor era que la corte le pidiera a Israel detener la guerra”, dijo Shany, y describió la decisión como “algo que Israel puede tolerar”.