El canciller venezolano Jorge Arreaza afirmó en rueda de prensa que no se dio cuenta cuando una veintena de países abandonaron el emiciclo durante su intervención durante de la reunión sobre Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra Suiza.
Preguntado por el boicot de los gobiernos latinoamericanos, el canciller dijo que no se había dado cuenta, pero que en todo caso no tenía la menor importancia “porque el mundo escucha a Venezuela” reseñó EFE.
En sus palabras Arreaza afirmó que en la frontera con Colombia se observan “operaciones con bandera falsa detrás de las cuales está Estados Unidos”.
Criticó a Colombia “por prestar su territorio” para esas operaciones disfrazadas de ayuda humanitaria y con las que se pretende “preparar el camino para una intervención en Venezuela”.
Arreaza aseguró que el Gobierno de Maduro “está dispuesto a trabajar con la ONU para recibir asistencia humanitaria”, pero recalcó que por la fuerza no se conseguirá nada.
En declaraciones posteriores a la prensa, el ministro sostuvo que la politización e instrumentalización de la ayuda humanitaria es la razón por la cual la ONU y la Cruz Roja Internacional se han mantenido al margen de la operación con la que se intenta llevar a Venezuela alimentos y medicamentos por la frontera con Colombia.
Afirmó que el Gobierno de Maduro está trabajando con esas dos organizaciones y con la Unión Europea “para tener asistencia” que sea neutral y con bases legales.
“Lo más importante es que se permita al gobierno comprar, importar y pagar por lo que el pueblo necesita, pero esto es casi imposible a través del sistema bancario tradicional”, comentó.
En su alocución ante el CDH, Arreaza volvió a invitar a la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, a que visite Venezuela “y vea por si misma los efectos del bloqueo y de las sanciones” de Estados Unidos.
“Estamos próximos a recibir una misión de avanzada” de la oficina de Bachelet, adelantó.