Daniel Sosa.- La costumbre de que los más pequeños de la casa utilicen un disfraz en la época de carnaval se está convirtiendo en un mito, ya que puede costar más de dos y hasta tres sueldos mínimos, situación que ha obligado a los padres a reinventarse con la creatividad para no perder la tradición por completo.
José Gregorio Mendoza, vendedor de ropa, indicó que este sería el último año que invierte en este tipo de indumentaria, “llevo más de 20 años que invierto en disfraces y me había resultado, pero para este año la cosa se puso mucho más difícil de cómo venía, este será el último año que invierto en disfraces”, señaló el inversionista.
El vendedor mencionó que los precios de los disfraces pueden variar dependiendo el modelo, la calidad y el diseño, “el más económico cuesta 30 mil bolívares, mientras que hay otros modelos que pueden costar 40 mil y 50 mil” indicó Mendoza.
María Castillo, madre de un niño de 4 años, se las ingenió para disfrazar a su pequeño, “Yo no puedo costear ese gasto de un disfraz, así que disfrace a mi hijo con una manualidades que vi por internet, una carpeta marrón que tenía en la casa, la forré con aluminio, le pegué varios botones y adornos y le dije a mi hijo que él era un robot, el quedó muy contento y eso es lo que vale”, relató la madre.
Jesús Monasterios, vendedor de disfraces, contó que los padres este año han comprado más accesorios para poder elaborar su propio disfraz, en vez de comprar uno nuevo, “los padres llevan que si un antifaz, un gorrito, una máscara para poder disfrazar a los niños” comentó el comerciante.