El “grooming” es una modalidad delictiva mediante la cual un adulto se hace pasar por un niño para ganarse la confianza de su potencial víctima infantil y, posteriormente, cometer hechos punibles en su contra. Los depredadores sexuales saben escoger a sus víctimas, y por lo general, buscan a menores de edad que carecen de atención y afecto por parte de sus padres,
Así lo explica la inspectora agregada Jhomary Caraballo, de la División de Investigación de Delitos Informáticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), precisando que los agresiones que pueden cometer estas personas van desde el abuso sexua hasta el chantaje, cuando logran obtener información que compromete a los menores y los amenaza con revelarla a sus padres si no cumplen con sus exigencias.
Por ello, la también abogada enfatizó la necesidad de que padres y representantes estén pendientes de con quien chatean los menores en redes sociales, y además, la importancia de instalar controles parentales en los dispostivos que usan sus hijos o representados.
Estos les permiten fijar el horario de uso de internet, evitar descargas de ciertas aplicaciones -videojuego en línea- así como el acceso a ciertas páginas web.
“Abundan los pedófilos en busca de esos niños vulnerables. Debemos tener mucho cuidado y estar muy atentos a la hora en que nuestros hijos juegan en línea”, expresó Caraballo.
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