En señal de protesta, Omar Monrroy se encadena cada mes para llamar la atención del Gobierno ante la falta de alimentos, medicinas y de servicios públicos. La mañana de este viernes se apostó frente a la sede de Fundación de Atención Social del Estado Lara (Fundasel), ubicado en la avenida Venezuela con calle 31.
Denuncia que en la comunidad Valle de Uribana, donde vive “hay hambre”, aunque reconoce que la “caja Clap” la han suministrado este año mensualmente no así el combo de proteínas contentivo de huevos, pollo y carne roja, situación que afecta a unas 433 familias. Asimismo, asegura que en la escuela los niños no cuentan con comedor.
El gas “dejó de existir” y cuando por casualidad llega un camión con los cilindros, prevalecen “la rosca y los amiguitos de gobierno, o lo venden a cualquier precio menos el regulado”. De igual manera, carecen de electricidad y agua.
Acusó a la presidenta de Fundasel… de no acatar las instrucciones de la gobernadora Carmen Meléndez, quien el 17 de diciembre de 2018 ordenó que le facilitara el medicamento dinitrato isorsorbide, indicado contra afecciones cardíacas. Una empleada, no recordó su nombre, empatizó con él y contactó al secretario regional de Salud, Javier Cabrera, quien a su vez le comunicó que tenía el medicamento. Eso sucedió el lunes pasado y ayer todavía no se lo había dado. “Él como médico debe saber que esta enfermedad no espera”, fustigó.
«Los bachaqueros venden una pastilla en Bs. 500, que multiplicado por 30 suma Bs. 15.000 pero no dispongo de ese dinero”, manifestó.