Las explosiones en Transnistria, la región separatista en Moldavia, hacen temer la extensión del conflicto en Ucrania.
Transnistria se ha convertido en el posible eje de la estrategia de Rusia, que es debilitar a Moldavia por su eslabón más frágil, reavivando el espíritu prorusia y creando desde allí un nuevo frente contra Ucrania.
Se indica que en la zona permanecen unos 2.000 soldados rusos, desde que se autoproclamaron República Independiente en 1992 y recientemente se registraron varias explosiones que, según el Gobierno de Moldavia, esconden las provocaciones que pretenden desestabilizar la región e involucrarla en la guerra con Ucrania, con la que comparte frontera.
Moldavia, con fronteras de Rumanía y Ucrania, rechaza reconocer la independencia de Transnistria y presiona para tener voz y voto en las industrias y exportaciones de la zona. Moldavia no pertenece a la OTAN, ni tampoco es miembro de la UE, aunque tiene acuerdos de libre comercio con el bloque de los 27. La constitución moldava le impide unirse a una alianza militar.
Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, ha apuntado a Moscú en su intento por extender el conflicto bélico al territorio de Transnistria y desde ahí facilitar la entrada de las tropas rusas en la zona.
“Las Fuerzas Armadas de Ucrania están listas para una posible escalada de las tropas rusas en el territorio temporalmente ocupado de la República de Moldavia”, ha dicho Zelenski en unas declaraciones que recoge este miércoles 27 de abril la página web de la Presidencia ucrania.
Se indica desde Tiraspol, la capital de la autoproclamada república prorusia, el presidente de los separatistas, Vadim Krasnoselski, apuntó a Ucrania como posible responsable de los ataques, que no causaron víctimas.
La policía de Transnistria reportó el martes 26 dos explosiones en las instalaciones de una radioemisora cerca de la frontera con Ucrania, donde se inhabilitaron dos potentes antenas.
Transnistria, una franja terrestre en Moldavia con unos 470.000 habitantes, es controlada por las autoridades separatistas desde la guerra con Moldavia en 1992 tras la caída soviética.
Funcionarios ucranianos han expresado preocupación de que esas fuerzas puedan emplearse para invadir Ucrania desde la zona, mientras que la amenaza de nuevos combates en Transnistria inquieta a las autoridades moldavas.
Foto: AP