Este 28 de mayo la triplista venezolana Yulimar Rojas estará rodeada de dos factores clave en sus aspiraciones a ser la saltadora más grande de la historia y ganar el oro olímpico en Tokio 2020, cuando disponga alzar vuelo en la segunda parada de la Liga Diamante en el estadio
Kalifa de Doha, Catar, donde retuvo su último título mundial en 2019: buscará un salto que supere los 15.43m que le permita batir el récord mundial al aire libre en poder de la ucraniana Inessa Kravets (15.50) y enfrentarse a su archirrival histórica, la campeona olímpica, la colombiana Catherine Ibargüen.
“La vida nos pone retos bonitos e interesantes camino a los Juegos Olímpicos de Tokio y creo que este será un escenario ideal para seguir apostando al salto que quiero”, indicó Rojas, quien viene de imponer la segunda mejor marca en la historia del triple salto al aire libre, con el 15.43 que marcó en Andújar, marca que la ratificó como líder mundial de la temporada, récord de América e incluso la mejor marca en el baremo absoluto si se le compara con los registros agenciados en toda la historia de su prueba en los Juegos Olímpicos.
“Hemos trabajado mucho, cada semana mi entrenador Iván Pedroso y yo hacemos un trabajo minucioso. Respeto mucho todo lo que ha logrado Catherine, es un ejemplo en el salto triple”, explica Yuli, primera clasificada de Venezuela a Tokio y quien hace cinco años en Río 2016, en sus primeros Juegos Olímpicos, vio cómo Ibarguen se llevaba el título con un mejor despegue de 15.17m delante
de su 14.98, distancia que la dejó con la medalla de plata.
“Yo llevo las cosas con mucha paciencia y calma pero me lleno de motivación ver mis saltos en la pantalla por encima de los 15 metros. Sé que puedo dar más y que van a llegar cosas muy bonitas para mi país Venezuela”. «Quiero entregarle muchas alegrías a mi país y se que tengo la capacidad para lograrlo», puntualizó Rojas /JU
Foto: Prensa IND