Lisbeth Aponte bajó rezongando de un autobús que se estacionó en la avenida Venezuela con avenida Andrés Bello de Barquisimeto, e insistía en que el conductor debía trasladarla hacia un centro comercial ubicada en la calle 25 con carrera 22.
“Abusador, abusador… le vociferaba al alegar que había pagado Bs. 20.000. Y en la tarde cobran Bs. 30.000”, subrayó.
Y es que las busetas que cobrarían Bs.5.000, como lo anunció, en su momento, la gobernadora Carmen Meléndez, no se ven por ninguna parte, dijo Cristóbal Rojas, también procedente del norte de Barquisimeto.
No obstante, Argenis López considera que 20 bolívares es una tarifa justa y que pagándola puede haber servicio a toda hora, pero de qué sirve un pasaje económico y sin vehículos que presten el servicio, acotó.
El problema es que no hay dinero para pagarlos. Los sueldos son bajos y para colmo el dinero en efectivo escaso, le respondió una mujer.
Los transportistas también se defienden y alegan que pasan días en fila aguardando para surtir gasolina, dijo el conductor de una buseta.
En palabras de Martín Ochoa, usuario la anarquía en el transporte se profundiza cada día, porque no hay equidad. El gobierno debe combatir la competencia desleal, porque mientras algunos transportistas hacen el recorrido completo de oeste a este y cobran Bs.10.000, otros prestan servicio por pedacito y cobran el doble.
Eso fomenta la piratería, como de hecho, está ocurriendo. “Quienes vivimos en el oeste terminamos pagando Bs. 30.000 por movilizarnos al centro de la ciudad porque tenemos pagar tres pasajes”, detalló.
La Ruezga, es una urbanización céntrica y “nos cobran Bs. 20.000 el pasaje”, manifestó Cornelia Sánchez, usuaria de la ruta.
Aura Rosa Castillo.
Foto: Ángel Zambrano.