No fue el resultado que Naomi Osaka y los cientos de miles de sus admiradores en Japón y el mundo entero esperaban. Todos auguraban poder verla en la final de Tokio 2020..
El inicio de los Juegos Olímpicos, sin embargo, quedará siempre como un recuerdo luminoso para la súper estrella del tenis. Osaka fue la encargada de prender el pebetero olímpico durante la ceremonia de apertura la semana pasado, algo que describió como «el máximo honor y logro deportivo que tendré jamás en mi vida”, todo esto por ser hoy en día la atleta mejor ubicada en el mundo en cualquier disciplina deportiva.
Quizás eso permita a Osaka mitigar la amargura por su inesperada derrota el martes 27 de julio por un marcador 6-1, 6-4 ante la checa Marketa Vondrousova en la tercera ronda del torneo olímpico de tenis.
“Todas las derrotas me decepcionan, pero esta duele más que las otras», dijo Osaka. Todo atleta sueña con estar en unos Juegos Olímpicos y ser medallista.
Como campeona de Grand Slam, es la mujer mejor pagada del deporte y la figura más emblemática del país del Sol Naciente en los Juegos, las expectativas eran inmensas.
“Sentía mucha presión por esto”, dijo Osaka. “Creo que quizás porque nunca había estado en unos Juegos Olímpicos. Demasiada para ser los primeros».
Osaka, quien nació en Japón y creció en Estados Unidos, tuvo un día nefasto al fallar demasiado con sus devoluciones.
Vondrousova, número 42 en el ránking y finalista del Abierto de Francia en 2019, fue más creativa al depositar ‘drop shots’ y ejecutar una variedad de otros golpes para puntos ganadores, incomodando a Osaka. La ganadora tuvo mejores primeros servicios y sus devoluciones y movilidad desde la malla fueron más efectivos.