La ley de Zonas Económicas Especiales, aprobada el pasado jueves 30 de junio, fuera de ser un alivio para los ciudadanos en la futura la economía del país, ha generado diversas opiniones y criticas en distintos sectores de la sociedad.
El doctor Rafael Arreaza, expresidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), señala que “estructuralmente el cuerpo argumental de esa ley es bastante inespecífico, muy demagógico y populista. Imagino que, como toda ley, tendrá que ser reglamentada para que sea más específica en cuanto a los alcances que se pretenden”.
“Un gobierno que se dedicó a fomentar incertidumbre y no a fomentar confianza mal puede atraer a inversionistas extranjeros, y más, en estos momentos”, reflexiona. “Las condiciones objetivas en el país no son las más adecuadas para que venga un inversionista extranjero a producir en el sector turismo, que puede ser considerado estratégico”.
Arreaza se pregunta si a los pescadores, por ejemplo, les van a ofrecer créditos o los van a ayudar con sus herramientas de trabajo, porque en la ley “no se dice nada de eso”. Dicen “que van a reindustrializar, que se van a insertar en la modernidad… Bueno, eso hay que hacerlo, no decirlo”. La mayor parte de la ley, a su juicio, se va en “si se hace” y no en el cómo hacerlo.
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“Aseguran que van a velar por lo ecológico, y caramba, vienen a decir eso cuando estamos viendo la destrucción de medio país con la tragedia ecológica del arco minero. Estamos viendo cómo se pierde el Lago de Maracaibo, estamos viendo cómo se perdió el Lago de Valencia, todos los ríos están contaminados”, critica. “Ojalá empezaran por el lado ecológico, porque eso serviría para dar confianza de que se podrá hacer algo”.
Como analista, advierte que si la ley no se reglamenta la consecuencia de la ley “será ninguna” y quedará como otras normas, que no son más “que declaraciones de principios para distraer a los empresarios, llenarlos de ilusiones y expectativas que no se van a dar”. Al no explicar el cómo “queda como una ley más, meramente declarativas”.
El reglamento, según su visión, debe hacerse por áreas y con todos los detalles. Por ejemplo, a los inversionistas petroleros “les diría móntame la refinería aquí y págale a los trabajadores lo mismo que les pagan en Texas”. Que a los trabajadores les garanticen un ingreso igual que el percibido por sus pares en el exterior.
Fuente: Contrapunto
Foto referencial: Archivo