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“Regresa, te regalo mi alma”

En una sala clínica coincidieron una adolescente venezolana y un niño judío, ambos en el umbral de la muerte. El de ella era un cuerpo vacío, el de él no resistía, solo le quedaba el aliento de vida y decidió dárselo a la joven, que entonces despertó.

Yamilet Herrera Dudamel / @herrerayamilet (Colaboradora)

Andreína Pérez Aristeiguieta fue sacada y sacudida del hueco más oscuro de la soledad y la sensación de abandono, para que dejara de mirar el suelo enmarcado entre sus brazos y permitiera que el sol le calentara las mejillas. La caraqueña, hoy vive en Los Ángeles (EEUU), tiene 25 años de edad, es escritora y cineasta. Su ópera prima está basada en un niño que, sin conocerlo personalmente, se le presentaba en sueños. Lo vio años después en la emergencia de un hospital, se encontraron en el túnel luminoso que conduce a esa otra dimensión y él le dijo: Regresa, te regalo mi alma.

-¿Quién resultó ser ese niño que se te presentaba en sueños?

-Tito era judío nacido en Venezuela, el 20 de junio de 2006. Cuando tenía tres años, se ahogó y quedó en estado de coma durante cinco años. Antes de conocerlo físicamente, estuve soñando con él todo ese tiempo, sin saber quién era. Un día desperté en la sala de emergencia de un hospital y él estaba en la camilla de al lado. Su mamá sintió una conexión especial conmigo, me regaló antes de irme una foto de su hijo y el libro Zohar, fundamental en su cultura.

-¿Qué edad tenías?

-15 años.

-¿Qué pensabas de esos sueños?

-No le encontraba sentido, pero lo que sucedía lo anotaba en un diario.

-¿Por qué estabas tú en ese hospital?

-A esa edad estaba pasando momentos difíciles de la adolescencia, una parte de mí sentía que estaba muerta (El detalle de ese episodio lo cuenta en su libro “Tito, entre el Wao y el Ajá”. Se sentía insignificante para su familia, para el mundo, e intentó quitarse la vida).

-¿Qué cuentas en ese libro?

-Mi historia personal.

-¿Cómo impactó ese niño en esa, tu historia?

-Años después de ese episodio, yo seguí soñando con él, llevaba su foto en mi monedero. Conocí a Daniela Cohen, el mismo apellido de Tito, le pregunté si lo conocía y resultó que sí, que era hermano de una amiga suya y para entonces, seguía en coma. El hilo conductor siguió su curso, me mudé a Los Ángeles y allí, Joel Seidl, quien ahora es mi mejor amigo y productor de la película sobre Tito, vio su foto y me dijo: “¡Si yo conozco a ese bebé, estudié con su hermana mayor! Él falleció el 31 de enero”. Le dije: ¡Espera, para, necesito ir a mi casa!

-¿Qué pasó en ti en ese momento?

-Es que el último sueño que tuve con Tito había sido exactamente un mes antes, el 3 de diciembre, y desperté llorando. Se estaba despidiendo de mí. Sentí un shock, me había quedado eso en el corazón, pero no entendía.

-Siguió manifestándose de alguna otra manera?

-Yo estaba estudiando cine, nos tocó hacer la vida personal de alguien y pensé en él. Joel llamó a la hermana del niño y en breve me puso en contacto con la mamá. Se acordaba de mí, dijo que sintió que Tito y yo teníamos como una conexión. “Tienes demasiado de él y me lo recuerdas”, me dijo. Tuve que hacerle muchas preguntas y algunas partes de mis sueños coincidían con sus respuestas.

-¿Te dijo cómo era él antes de caer en coma?

-Muy alegre y risueño, le gustaba correr… Su hermano, dos años mayor, se sentaba a su lado mientras convalecía, jugaba con él y reía al recordar las cosas que hacían.

-¿Lo has vuelto a ver?

-Algunas veces sueño con él, es más alegre, está más grande, no es tan presencial, es como raro.

-¿Ya tienes un libro, estrenado en enero de este año,  que lo mantiene vivo y ahora vas por la película. Por qué crees que Tito te escogió para que su vida tan breve no fuese olvidada?

-Yo no lo entendía, pero al contarle a una amiga, me dijo: “Está claro el mensaje, tú lo ayudaste a morir carnalmente mientras a ti te faltaba alma y él te dio la suya”.

-¿Qué le pasó a la joven vulnerable que eras?

-Siempre fui una niña más sensible de la cuenta y por eso era tan dramática, pero lo ocultaba. Ahora soy vulnerable, pero lo muestro sin miedo porque creo que es una virtud. Te lastiman si tú lo permites. Lo que viví con Tito lo convertí en arte para dejar su huella.

-¿Por qué “entre el Wao y el Ajá”?

-El momento “Ajá” es cuando descubres algo que estabas buscando hace mucho tiempo. “Wao” es cuando conoces algo nuevo. Tito para mí está entre esas dos situaciones.

-¿Tus sueños siguen “hablándote”?

-Siempre les he prestado bastante atención, terminan mostrándome cosas que debo ver despierta.

-¿Y en este caso?

-Necesitaba ver que todo lo malo tiene un final, todo pasa. Sin errores no hay lecciones y sin lecciones no hay propósito de vida. La historia de Tito ya es un libro que está ahí, cambiando vidas.

-¿Y la tuya, lo que te llevó a ese hospital, cambió?

-Hubo mucho perdón, mucha paciencia de todos los miembros de mi familia, entendimos que es necesario estar unidos a pesar de las circunstancias.

-¿Qué efecto tuvo la publicación en la mamá de Tito?

-Me dio las gracias. El libro se hizo público el 17 de mayo, aunque no existen coincidencias ni casualidades y aunque no fue planeado así, fue un día como ese cuando él tuvo el accidente. Ella, en base a los hechos, creó una fundación en su nombre llamada “Dejando mi huella”.

-¿Quién interpreta su personaje en la película?

Un niño californiano de tres años. Después de 30 que fueron al casting, entró él y pensé: ¡Ése es! Es muy parecido, el más perfecto y fue muy sencillo trabajar con él.

-¿En qué fase está el filme?

-En desarrollo, solo falta parte del financiamiento. Ya tenemos la otra de Cinépolis México, que hará la distribución.

-¿Y el siguiente proyecto?

-Tal vez Charlie, esa es otra historia…

Lupa social

¿Somos unos sufridos?

-Más o menos. El ser humano se la pasa buscando la felicidad sin disfrutar la que tiene actualmente.

¿Nacemos así o nos enseñan?

-Todo está cargado de eso, en el colegio, en la casa, todo es “No, no, no”.

¿Tenemos una sociedad muy castigadora?

-Sí, nos quieren imponer que el camino es recto y la única línea recta es la muerte. El camino de la vida es curvado, pasas por tramos luminosos y oscuros y tenemos que disfrutarlo, seguir andándolo como está en ese momento.

Luz y sombra

-¿Qué es lo mejor de ti?

-La capacidad de transformar el dolor en arte.

-¿Y lo peor?

-La impaciencia.

Coordenadas

Título del libro: “Tito: Entre el Wao y el Ajá”. Ilustrado por el venezolano Chriss Braund @chrissbraund @Chrissbraundstore Disponible en Amazon, en inglés y español. En librerías de  México y California.

Autora: Andreína Pérez Aristeiguieta, venezolana titulada en Cinematografía en NY Film Academy Los Ángeles, California.

Instagram: @andreinaepa / @titothestory  / @dejandomihuella

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