Utilizando los datos obtenidos por la poderosa Cámara de Energía Oscura, instalada en el Telescopio Víctor M. Blanco del Observatorio Interamericano del Cerro Tololo, situado en Chile, el astrónomo Scott S. Sheppard, descubrió hace unas 2 semanas, el asteroide con el período orbital más corto de todos los detectados hasta la fecha en el Sistema Solar.
Las imágenes del descubrimiento fueron tomadas por Ian Dell’Antonio y Shenming Fu, de la Universidad de Brown, en el cielo crepuscular de la noche del 13 de agosto de este año.
Sheppard trabajaba con Dell’ Antonio y Fu, mientras realizaba observaciones con DECam para otro estudio con el objetivo de investigar los cúmulos masivos de galaxias en el Universo Local cuando se tomaron un tiempo para buscar asteroides cerca de casa.
Tras el descubrimiento del denominado 2021 PH27, el astrónomo David Tholen, de la Universidad de Hawai, midió la posición del asteroide y predijo dónde podría ser observado a la noche siguiente.
Así, el 14 de agosto de 2021, fue observado nuevamente por DECam, y también por los Telescopios de Magallanes en el Observatorio Las Campanas en Chile. En la noche consecutiva, la de 15 de agosto, Marco Micheli, de la Agencia Espacial Europea, utilizó la red de telescopios del Observatorio de Las Cumbres para observarlo nuevamente desde los telescopios CTIO de Chile y desde Sudáfrica.
“Aunque el tiempo de uso de un telescopio para los astrónomos es muy valioso, el amor por lo desconocido hace que los estos se muestren dispuestos a postergar sus observaciones para colaborar en nuevos e interesantes descubrimientos como este”, explicó Sheppard, dando a saber que los científicos de estos telescopios pospusieron sus propias investigaciones durante unos días para dirigir la mirada de sus telescopios a la recién descubierta roca espacial.
2021 PH27 posee un período orbital -tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor del Sol- de 113 días, y una órbita alargada que se cruza con las órbitas de Mercurio y Venus. Según los científicos, es posible que el asteroide proceda del cinturón de asteroides principal situado entre Marte y Júpiter, y que haya sido expulsado de este por perturbaciones gravitacionales de los planetas interiores que lo acercaron al Sol.
Sin embargo, su alta inclinación orbital, de 32 grados, también sugiere que podría ser un antiguo cometa procedente de la parte más externa del Sistema Solar, y que fue capturado al pasar cerca de uno de los planetas rocosos.
Las observaciones futuras del asteroide darán más indicios sobre sus orígenes.
Los investigadores también barajan la posibilidad de que se su órbita también sea muy inestable por lo que probablemente acabará chocando contra Mercurio, Venus o el Sol en unos pocos millones de años, aunque también es plausible que acabe expulsado del Sistema Solar interior por la influencia gravitacional de los planetas interiores.
Con información de National Geographic
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