Los científicos de Uzbekistán comenzaron a desarrollar una vacuna contra la covid-19 en tomates. Así lo informó un representante de la Academia de las Ciencias de esa república centroasiática.
«Los experimentos han mostrado que la proteína S del coronavirus, sintetizada en un tomate, al alcanzar el intestino despierta el sistema inmunológico y los anticuerpos producidos luchan contra el patógeno», dijo la fuente a la agencia RIA Nóvosti.
El representante de la Academia de las Ciencias uzbeka explicó que los ensayos durarán hasta finales del año.
«Será muy económico producir vacunas en las plantas. Es un producto seguro e inocuo, además, la vacuna comestible es cómoda para administrarla a los niños», agregó.
Según recuerda el portal uzbeko gazeta.uz, actualmente otros países como Rusia y Canadá también ensayan con sus candidatos vacunales comestibles contra el coronavirus.
Uzbekistán, con una población de más 33 millones de personas, acumula a día de hoy 153.204 casos confirmados de covid-19 y 1.056 decesos por la enfermedad infecciosa.