Ucrania y Rusia se acusan de amenazas a central nuclear ante la posibilidad de una fuga radiactiva de la planta ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa.
Ucrania y Rusia se han acusado mutua y repetidamente de atacar la zona, lo que avivó el miedo a que se pueda causar una catástrofe.
Esa central nuclear es controlada por las tropas rusas, luego de su desactivación temporal. Las autoridades ucranianas acusaron el sábado 27 de agosto a las fuerzas rusas de disparar misiles y artillería al otro lado del río Dnieper, contra zonas bajo dominio de Ucrania, mientras Rusia denunció que los proyectiles ucranianos alcanzaron un inmueble donde se almacena combustible nuclear.
Las autoridades el viernes 26 de agosto comenzaron a distribuir pastillas de yodo entre los residentes que viven cerca de la central atómica, en caso que se produzca una fuga de radiación. Una exposición a la radiación puede causar problemas de salud, que depende de la cantidad que absorba una persona.
Gran parte de la preocupación se centra en los sistemas de refrigeración de los reactores nucleares de la planta. Los sistemas requieren energía para funcionar, pero la planta se desconectó temporalmente el jueves 24 de agosto, debido a lo que las autoridades informaron que fue un daño por incendio en una línea de transmisión. Una falla en el sistema de enfriamiento podría causar una fusión de núcleo, el término con el que se designa a un tipo de accidente grave en un reactor nuclear.
SEIS MESES DE GUERRA
Las fuerzas de Moscú ocuparon el complejo de la central nuclear al inicio de la guerra que ya cumplió seis meses, pero la planta sigue operada por trabajadores ucranianos.
Los bombardeos periódicos han dañado la infraestructura de la central eléctrica, aseguró el sábado 27 de agosto el operador de energía nuclear de Ucrania, Energoatom. “Existen riesgos de fuga de hidrógeno y pulverización de sustancias radiactivas, y el peligro de incendio es alto”, alertó.
AP
El cráter producido por un ataque nocturno con cohetes rusos, cerca de edificios dañados en el centro de Jarkiv en Ucrania