Este 27 de septiembre, miembros del Sindicato de Obreros de Institutos Educacionales (SOIE) protestaron ante a la sede de la Zona Educativa del estado Lara, para exigirle al jefe de ésta, Nixon Arrieche, el pago del beneficio de evaluación, así como implementos de limpieza y bioseguridad para la vuelta a clases.
Detallaron que el pago debe realizarse trimestralmente, pero el último lleva ya varios días de retraso, lo cual atribuyen a que no se incorporaron a las labores desde diciembre del 2020, debido a la pandemia de la Covid-19.
Así lo concluyen en vista de que los obreros que sí acudieron a las instituciones, pese al riesgo del contagio, sí han recibido el pago correspondiente.
Portavoz de los obreros, y quien se desempeña como funcionario de reclamo del SOIE, fue Gilberto Daza, quien expresó que no hay condiciones para laborar, y que «descaradamente», los directores de las instituciones donde laboran, les piden aportar herramientas y productos de limpieza para ejecutar sus funciones.
Aunado a ello, denunció que las escuelas no han sido dotadas con insumos de bioseguridad, y que los empleados temen contagiarse.
Según él, aproximadamente el 80% de los trabajadores del sector educativo no ha recibido las dos dosis de la vacuna anticovid. Resaltaron que sin la vacunación completa y sin el pago de beneficios a los 314 trabajadores afectados, no podrían asistir a las instituciones para laborar.
«No nos estamos negando a trabajar«, insistió, pero, «deben darnos las condiciones necesarias para poder incorporarnos. El decreto 41160 establece que las instituciones están obligadas a proveernos los implementos de bioseguridad«.
Según los datos aportados por Daza, el sueldo ronda los 13 millones de bolívares, lo que es equivalente a cinco dólares, «rendibles (sic) solo para una de las escobas que nos solicitan para trabajar«, añadió Nora Jiménez, una de las protestantes.
Texto y foto: Andrea Barrios