La voracidad fiscal, el contrabando y la falta de crédito son tres aspectos que afectan el comercio formal en Venezuela, afirmó Tiziana Polesel la presidenta del Consejo Nacional de Comercio (Consecomercio).
Indicó que la vorágine fiscal está «colocando al comerciante en el dilema de cerrar o pasar hacia la informalidad», que unido al contrabando «transgreden el funcionamiento de las empresas venezolanas».
Sus agremiados lo han dicho y expresan «que una vez que pagamos los impuestos correspondientes y los gastos, nos damos cuenta que la rentabilidad es cero».
La dirigente participó que «hay sectores que pagan un monto, cuando empiezan a sumar todos los tipos de impuestos, cancelan uno que prácticamente se está comiendo la utilidad».
Le explicó al diario Primicia que cuando a un comerciante le incrementan los impuestos, como los costos, éste lleva ese aumento al producto final.
Aclaró que actualmente al no haber poder adquisitivo por parte de los consumidores ni créditos bancarios, el vendedor no puede trasladar ese incremento al producto, por lo que se ve en la necesidad de cerrar el comercio o pasar a la informalidad porque está asfixiado y ya no haya que hacer.
Banca y Negocios/Diario Primicia
Muchos comerciantes se ven en la necesidad de cerrar