Los productores venezolanos de maíz esperaban recibir pago de 450 doláres por tonelada, pero la agroindustria procesadora del rubro les ofrece US$360 y ahora el «juego se ha trancado» porque no aceptan la oferta.
La agroindustria, desde que inició la cosecha de maíz, gestionaba licencias para traer el grano de otro país por 360 dólares, mientras los productores locales aspiraban a recibir US$450, porque el maíz que producen es fresco, de mayor calidad, en cambio el cereal importado tiene hasta más de dos años de almacenamiento en silos.
Los productores venezolanos consideran que la agroindustria «los reguló», porque se negaron a reconocerle sus costos de producción, que son «reales y verdaderos». Pero los grandes procesadores no han mostrado hasta la fecha ningún interés en la producción nacional y se han inclinado más por la importación del maíz.
Por eso en los productores, durante los últimos días, ha aumentado las preocupación por la tímida intervención del Gobierno Nacional en esta situación, que, según ellos, de no resolverse afectaría considerablemente al país que siempre pago los platos rotos.
Igual se ha conocido la existencia de intermediarios que se lucran y se aprovechan de las necesidades de los pequeños productores de maíz, que no tienen como mantener las cosechas y venden el producto a bajos precios.
Estos productores con poco músculo financiero venden entre US$250, US$360 y US$380 la tonelada el maíz a estos intermediarios que esperan que la agroindustria agote sus inventarios para vender hasta por el triple de lo que pagaron.
Dijeron que estos intermediarios se benefician, porque la agroindustria está consciente que al adquirir la cosecha nacional a un precio justo para los agricultores, de igual manera tendrán que importar maíz para cubrir su consumo. Un escenario muy delicado el que enfrentan los productores venezolanos.
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Cosecha del maíz en plena esfervescencia