Mientras la petrolera española Repsol considera que puede abrir la puerta a mayores oportunidades de desarrollo en el sector petrolero, Valero Energy está considerando la posibilidad de desviar unos 250.000 barriles de petróleo diarios venezolanos que actualmente se destinan a Asia hacia la costa estadounidense del Golfo de México.
Repsol envió una nota a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España detallando que el alivio de sanciones incrementaría la disponibilidad de crudo pesado para las refinerías de la compañía que aprovechan este tipo de crudo.
Ya la empresa intentaba reactivar sus actividades en el país, después de un progresivo acercamiento con Pdvsa y con las autoridades estadounidenses para conseguir licencias de la Oficina de Administración de Activos Extranjeros (OFAC) que le permitieran operar en Venezuela.
El año pasado, tanto Repsol como la italiana Eni recibieron una licencia por parte de la OFAC que les permitía exportar crudo venezolano a las refinerías de sus respectivos países como un mecanismo de cobro de la deuda que acumula Pdvsa con ambas empresas.
Analistas petroleros consideran que tanto la italiana Eni como Repsol mantendrán su lobby internacional para conseguir licencias individuales similares a la de Chevron, que les otorguen una mayor seguridad jurídica para invertir en Venezuela. Con ello evitan desembolsar grandes cantidades de dinero para financiar proyectos con la incertidumbre de la duración que tendrá este levantamiento.
Por su parte, Valero Energy está evaluando esta oportunidad en el mercado del petróleo, ahora que puede gestionar sus compras de crudo de manera independiente y no a través de Chevrón, como lo venía haciendo.