Después de 15 años ostentando por sí solo una cómoda mayoría parlamentaria, el conservador Partido Liberal Democrático de Japón perdió este 27-Oct tal privilegio en la Cámara de Representantes. La formación del primer ministro, Isiba Shigeru, no logró alcanzar ni con su aliado, los 233 escaños en la Cámara Baja, que le dan la mayoría de 465 escaños.
En el poder desde 1955 sin apenas interrupciones, pierde 50 escaños y necesitará nuevas alianzas para mantenerse al frente del país. Los votantes -incluso los jóvenes- se han sentido desilusionados por el alto coste de la vida, la inflación galopante y por los escándalos de corrupción del partido, que destinaba fondos públicos para sobornos, los cuales alentaron el derrocamiento al anterior primer ministro, Fumio Kishida.
Si bien lo ocurrido se considera una bofetada electoral para el PLD, no conseguir la mayoría no significa un cambio de gobierno, solo que le dificultarían a Ishiba que las políticas de su partido sean aprobadas en el Parlamento, y podría tener que encontrar un tercer socio de coalición, además del partido budista Komeito, su tradicional aliado.
Ishiba, de 67 años y quien asumió el cargo el 1 de octubre, ordenó inmediatamente la celebración de elecciones anticipadas con la esperanza de reforzar el apoyo después de que su predecesor, Fumio Kishida, no abordara la indignación pública por las acciones de la agrupación política.
«Creo que los votantes nos están diciendo que reflexionemos más y nos convirtamos en un partido que esté a la altura de sus expectativas», declaró Ishiba a la cadena radial pública NHK, la cual informó que el principal partido de la oposición, el Partido Democrático Constitucional de Japón, consiguió 137 escaños, y que hasta la extrema derecha obtuvo posición, tras aglutinar el voto de los nacionalistas más radicales.
Sin embargo, con casi 70 en el poder, el PLD mantiene arraigo en los electores más viejos, en tanto lo consideran el partido que rescató a Japón durante la posguerra. Únicamente ha interrumpido su Gobierno entre 1993 y 1994 y entre 2009 y 2012, coincidiendo con grandes escándalos de corrupción.
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