Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López < El Informador Venezuela
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Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López

117 años del hallazgo del Acta de la Independencia

 

 

Para el año de 1907, Venezuela era un país sumido en un tremendo atraso, con carreteras que en realidad eran tortuosas vías de recuas, donde los transportes vehiculares reinantes eran los tirados por bestias, es decir, carretas, quitrines y calesas, que eran los distintos tipos de coches de caballos, burros. mulas y bueyes donde estaban los de lujo llamados Victorias.

Todavía para la época, reinaba el ambiente selvático de los distintos parajes venezolanos, aun se leía en la prensa los avisos saludando la llegada de perencejo o cualcejo, como la despedida de tal o cual, porque emprender un viaje tenía sus riesgos, pues recomendaban que se viajase en números de dos o tres, nunca solo, para vencer el ataque tanto de salteadores de caminos como de bestias salvajes.

Hermann Garmendia (1969), en su “Sociología Pintoresca de Barquisimeto” señala en tal sentido: “…van a bordo de las soñolientas carretas de bueyes (…) detienen las fangosas ruedas frente a los repujados portones de las casas principales…”

Ese ambiente era el mismo del Siglo XIX, con una que otra mejora puntual, que se reflejaba en alguna que otra edificación de carácter oficial, pero la fisonomía urbana y de caminos de aldeas, caseríos y ciudades era la misma de épocas pretéritas, que permanencia inalterable tras el cruento y largo paso de la Guerra de Independencia y luego los cinco años de Guerras Civiles, a lo que se sumaba una serie de enfermedades diezmicas que estremecieron a la población con más énfasis en unos rincones de la geografía patria que otros.

Esta descripción de la atmósfera venezolana de 1907, la dibujamos con la palabra, para que ustedes amigos lectores de Reseña de la Añoranza, puedan caer en cuenta de los dificultoso que eran las movilizaciones y más si estas eran bajo peligro de muerte ante la amenaza de una invasión armada, lo que eran más terrible aun para el año de 1812 en que los recursos de todo tipo eran más limitados.

En octubre de 1907, ocurre un tremendo acontecimiento para la historiografía de la vida republicana de Venezuela, un hallazgo de incalculables dimensiones en cuando a su importancia para la reconstrucción del momento en que el país dio su primer paso para iniciarse formalmente desde el punto de vista jurídico como una patria libre y soberana, nos referimos al hecho de haberse encontrado por un azar del destino, el libro donde reposa el Acta de Declaratoria de Independencia de Venezuela.

Resulta que, al iniciarse las guerras de independencia, en 1812 el Congreso se trasladó a la ciudad de Valencia ya que el oficial español Domingo de Monteverde, designado por España para enfrentarse al generalísimo Francisco de Miranda y recuperar a Venezuela, invadió a Caracas con sus tropas el 12 de marzo de 1812, con lo cual se iniciaron las hostilidades y en consecuencia, el archivo del Congreso, junto con los dos libros de actas, uno original y otro una copia o Libro Segundo, fueron abandonados por los diputados.

Estos libros manuscritos, fueron escondidos en distintas casas por partidarios de la causa patriota, por lo que se dio a conocer sólo parte del texto del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela reseñado en el Libro Segundo, publicado en el órgano impreso «El Publicista Venezolano», en su segundo número de fecha 11 de julio de 1811, siendo éste el vocero periodístico oficial del Congreso de entonces.

En un artículo publicado en un periódico de Caracas en el año 1884 el médico, historiador acucioso y escritor venezolano de perspicaz estilo Dr. Arístides Rojas expuso que, aunque el texto que se dio a conocer a través de «El Publicista Venezolano» coincidía con los textos publicados por otros medios impresos posteriormente, pero que no ocurría igual con el número de firmantes del Acta de Independencia. Tales aseveraciones, seis años después, motivaron a los integrantes de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela, a instancias del académico Julián Viso, el 28 de mayo de 1890 la determinación de asumir la labor de investigar cuál de las actas impresas hasta el momento se consideraba auténtica, por suponerse que estaba perdido el tomo contentivo del acta original. A tal efecto, el presidente de la Academia designó una comisión compuesta por el General Pedro Arismendi Brito, y los historiadores Julián Viso y Martín José Sanavria, para que estudiara el asunto y presentasen un informe a la mayor brevedad posible.

Sin embargo, después de las arduas investigaciones pertinentes, en informe presentado a la Academia Nacional de la Historia de Venezuela el día 10 de junio de 1891, la comisión de investigadores dictaminó que el acta original era la que se hallaba en un folleto impreso en Londres en el año 1812, titulado «Documentos Oficiales Interesantes de Venezuela», cuyo texto era idéntico al aparecido en el «El Publicista Venezolano» en su edición del 11 de julio de 1811. En el referido informe, se encuentra presente, el voto salvado del académico Julián Viso quien no estaba convencido ciertamente de esta aseveración.

El 19 de abril del año 1900, el entonces presidente de Venezuela, General Cipriano Castro dictó un Decreto considerando como texto oficial del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela, el que apareció en el citado folleto británico. En consecuencia, por disposición del Presidente Castro y Resolución de su Ministro de Instrucción Pública, se ordenó la publicación de todos los documentos relacionados con la Independencia de Venezuela en el libro «Prólogo a los Anales de Venezuela», el cual fue editado por la Academia Nacional de la Historia en 1903.

Hasta ese momento, se tenía por perdido el libro contentivo del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela, siendo en realidad que uno de los dos libros de actas que fuera escondido en 1812, pasó de mano en mano, permaneciendo oculto a la luz pública durante 96 años, hasta dar a las manos de la señora María Josefa Gutiérrez, por entonces ya viuda del ingeniero Carlos Navas Spínola, quien poseía originalmente el tomo que había recibido como un depósito que en 1895 le había hecho la señora Isabel La Hoz de Austria.

Fue así, que en octubre de 1907, hace 117 años, a un amigo de la familia, el señor Roberto Smith, le fue mostrado el documento que permanecía oculto en una banqueta de un piano. Smith, sorprendido de encontrar tal documento, solicitó a la poseedora del tomo que se lo prestara para que de él tomara notas para su texto de Historia de Venezuela, su amigo el historiador y político venezolano Francisco González Guinán, a lo cual accedió. Por su parte, González Guinán examinó detalladamente el tomo y escribió al Presidente Cipriano Castro, notificándole del descubrimiento del libro y lo entregó al entonces Presidente del Poder Ejecutivo, Samuel Niño. Inmediatamente, Castro solicitó directamente a la Academia Nacional de la Historia de Venezuela que examinara el recién aparecido libro, por lo cual sus integrantes, luego de un riguroso análisis confirmaron su autenticidad, lo que hizo que el manuscrito fuera adquirido por el Estado Venezolano en esa oportunidad.

Como una curiosidad atinente a la presente entrega de Reseña de la Añoranza, traemos a colación que en carta privada para González Guinán de fecha 19 de noviembre de 1907, el presidente Cipriano Castro le comunicó que el valioso libro contentivo del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela, sería exhibido el 5 de julio de 1908 y que el Ejecutivo Nacional le destinaría un lugar para su resguardo definitivo, el cual a la postre sería el Salón Elíptico del Palacio Legislativo en Caracas, lugar donde el histórico tomo es preservado en un arca especial cuya llave es entregada a los mandatarios en ejercicio en la toma de posesión de su alta envestidura.

Bajo esta perspectiva, es menester dejar en claro, que según la exhaustiva investigación levantada por el barquisimetano Dr. José Gil Fortul y de donde se desprenden sus apreciaciones sobre el particular vertidas en su obra “Historia Constitucional de Venezuela”: “…no existe en los archivos venezolanos el original  del Acta de la Independencia. O lo destruyeron las autoridades españolas cuando recuperaron a Caracas en 1812, o lo enviaron con otros documentos a los Archivos de Península, donde acaso se encuentre traspapelado, o desapareció con alguno de tantos archivos quemados durante la guerra…”

Ello, también le da validez a las observaciones que hiciera el Dr. Arístides Rojas en 1884, ya que subsisten diversas actas o copias impresas, en las cuales aparecen 41 firmas y en otras tan sólo 37.

A tal efecto, pese que el General Cipriano Castro en su carta al historiador y político venezolano Francisco González Guinán, fechada 19 de noviembre de 1907, apunta que “…el Ejecutivo Nacional le destinaría un lugar para su resguardo definitivo…”, esto no ocurrió sino en el año de 1911, cuando el Ejecutivo Federal mediante Decreto del 31 de mayo del año en referencia, promulgado con motivo del Primer Centenario de la Independencia, establece al libro objeto de esta entrega de Reseña de la Añoranza, como “Acta Solemne del Congreso de 1811 Declaratoria de la Independencia”

Ahora bien, en el Salón Elíptico del Palacio Federal tiene su resguardo definitivo el arca que contiene el Libro de Actas del Primer Congreso Nacional de Venezuela, donde se aprecia el Acta de Declaración de la Independencia, firmada el 5 de julio de 1811. No obstante, fue el Gobierno del General Juan Vicente Gómez el que asumió la emisión del Decreto, de fecha 1 de enero de 1910, en el cual se ordenó depositar en un arca especial, instalada en el Salón Elíptico, el original del Libro que contiene el Acta Solemne de Independencia descubierta en 1907 en Valencia y aceptada como tal por la Academia Nacional de la Historia de Venezuela, donde queda patentizado: “…Que el origen de la existencia política de la Nación Venezolana se encuentra en el Libro de Actas del Congreso Constituyente de 1811, hallado felizmente en la ciudad de Valencia, el 23 de Octubre de 1907…”

Este Decreto, fue ejecutado un año después, en la conmemoración del Primer Centenario de la Emancipación, el 5 de julio de 1911 de conformidad con lo establecido en el mismo: “…El depósito del Libro de Actas en el Arca se efectuará con toda solemnidad el 5 de Julio de 1911, en apoteosis a los patricios miembros del célebre Congreso, signatarios del Acta Magna…”.  De esta forma se manda a elaborar el Arca donde es colocado el libro de Actas del Congreso de 1811, que cuenta con 436 páginas y se le conoce con el nombre de Libro Nacional de los Venezolanos.

El Dr. José Gil Fortul, pronuncia un memorable discurso en el Senado del Congreso de la República el inolvidable 4 de mayo de 1910, donde explana toda su apreciación y conclusiones con respecto al libro hallado en Valencia contentivo del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela, en defensa de los fundamentos que motivaron la redacción del Decreto del 1 de enero de 1910, para que el libro fuese colocado en un Arca Especial en el Salón Elíptico del Palacio Federal, cuyo acto inaugural tuvo lugar el 5 de julio de 1911, haciendo énfasis en que dicho documento es una copia de la época fiel al original nunca encontrado, el cual reposa sobre un atril confeccionado para tal fin dentro de una urna de cristal de perfiles con arabescos de estructura metálica que se encuentra dentro del arca de madera, mármol y bronce. El libro está abierto mostrando folios 113 y 114 donde aparecen las firmas de los Diputados. El papel en el que están inscritas las actas es verjurado, de marquilla y hecho a mano, cuyo tamaño corresponde con el papel elaborado con formas que, los anglosajones llamaron “posta”. El mismo, está identificado claramente con filigranas y contraseñas del molino papelero de Brandy Wine de Joshua y Thomas Gilpin el cual existió cerca de Wilmington, en Delaware, Estados Unidos de Norteamérica entre 1787 y el primer cuarto del Siglo XIX.

Podrán entonces, amigos lectores darse cuenta de la naturaleza del hallazgo del libro contentivo del Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela, en la banqueta de un piano en la ciudad de Valencia hace 117 años, aunque es una copia original de la época, es un documento comprobado fiel en su originalidad y que pese a las dificultades de traslados de aquellos tiempos, logró sobrevivir de mano en mano de personas adeptas a la causa independentistas, después que el original fuese abandonado en Caracas por los diputados que huyeron hacia Valencia para constituir el Congreso en dicha ciudad, luego que Domingo de Monteverde, designado por España invadió Caracas con sus tropas, el 12 de marzo de 1812, con el objeto de recuperar a Venezuela.

 

Esta es la historia del libro manuscrito contentivo del Acta de la Independencia de Venezuela, sus peripecias a lo largo del tiempo y como viajó por tortuosos caminos de bestias en medio del ambiente selvático de la época y las inclemencias atmosféricas que pudiesen presentarse, pasando de mano en mano hasta que aparece dentro de la banqueta de un piano en una solariega casa de Valencia la capital del estado Carabobo en octubre de 1907 hace 117 años.

 

Barquisimeto, domingo 27 de octubre de 2024.

 

Fuentes Consultadas:

Blogger. Juan Vicente Gómez (2015) Benemérito General Juan Vicente Gómez, “Unión, Paz y Trabajo”. [Información en Línea] Disponible en: http://juanvicentegomezpresidente.blogspot.com/2015/03/libro-que-contiene-el-acta-de-la.html

Circulo Musical (1967) Grandes Momentos de la Ciudad. Álbum No. 2 Edición Especial Conmemorativa de los 400 años de Caracas. Selecolor C.A. Caracas. Venezuela.

Garmendia, H. (1969) Sociología Pintoresca de Barquisimeto. Tipografía Falcón. Barquisimeto. Venezuela.

Gil. J. (1942) Historia Constitucional de Venezuela. Editorial las Novedades. Talleres Gráficos de la Casa Jacobo Peuser. Buenos Aires. Argentina.

Fundación Wikimedia (2024) Acta de la Declaración de Independencia de Venezuela [Información en Línea] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Acta_de_la_Declaraci%C3%B3n_de_Independencia_de_Venezuela

Fundación Wikimedia (2024) Palacio Federal Legislativo [Información en Línea] Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_Federal_Legislativo

Ministerio de Relaciones Interiores (1996) Acta de la Independencia del 5 de julio de 1811. La Huella Editorial. Caracas. Venezuela.

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