Más de 150 clérigos tibetanos dicen que su jefe espiritual, el Dalai Lama, debe ser el único autorizado a elegir su sucesor.
Una conferencia de clérigos aprobó una resolución el miércoles según la cual el pueblo tibetano no reconocerá a un candidato elegido por el gobierno chino con fines políticos.
El enfrentamiento en torno al sucesor del Dalai Lama _y sus implicaciones para quién será el jefe del budismo tibetano_ es uno de los puntos de fricción más graves en la dilatada disputa entre el líder espiritual en el exilio y el gobierno en Beijing.
El Dalai Lama, de 84 años, huyó a la India durante un alzamiento fallido contra el régimen chino en 1959. Reside en Dharmsala, en el norte de la India.
Tradicionalmente, el sucesor es identificado por discípulos monásticos sobre la base de señales espirituales y visiones.