José Gregorio Zaá: “¿Por cuántos miles de dólares le saldría a los venezolanos la serenata de Pablo Montero en el cumpleaños de Nicolás Maduro?” < El Informador Venezuela
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José Gregorio Zaá: “¿Por cuántos miles de dólares le saldría a los venezolanos la serenata de Pablo Montero en el cumpleaños de Nicolás Maduro?”

José Gregorio Zaá, dirigente regional de Voluntad Popular. Foto: Cortesía

Evidentemente, no hay ninguna duda de que la serenata que le entonó Pablo Montero a Nicolás Maduro debe habernos costado millares de dólares a los venezolanos”.

Quien de esa manera se expresó fue el abogado penalista José Gregorio Zaá, dirigente regional de Voluntad Popular, experto electoral y profesor universitario, al referirse al hecho público y notorio –fue televisado a todo el país– de la celebración en el Palacio de Miraflores del reciente cumpleaños del primer mandatario nacional.

En ese sentido, recordó Zaá que, en el cumpleaños “del dictador”, el año pasado, el encargado de “serenatear” a Maduro fue el merenguero dominicano Bonny Cepeda, quien declaró públicamente –porque lo dijo el mismo vocalista– haber recibido por ello un pago de 60.000 dólares.

–Entonces, si tomamos en cuenta, en primer lugar, la jerarquía de Montero, y, en segundo lugar, la hiperinflación desenfrenada solamente en lo que va de este último año, pues el pago debe haber sido … ¿Qué sé yo…? De diez mil, veinte mil, o treinta mil dólares más, o quizás el doble, por encima de lo que se le pagó a Cepeda.

Burla y bofetada

–Esto no es sino una clara bofetada y una descarada  burla al pueblo venezolano, a ese mismo pueblo al que el mismo Maduro y su gente, farisaica y cínicamente, dicen representar.

–Porque me pregunto yo: Con esas decenas de miles de dólares que debe haberse embolsillado Montero, y que, por cierto, son –o eran- de nosotros, ¿Cuántos hospitales y centros de salud pudieron haber sido reparados y dotados de equipos y de insumos?

–Asimismo,  ¿Cuántas vacunas contra el covid-19 pudieron haberse adquirido? ¿Cuántos liceos y escuelas que se hallan en el suelo y totalmente abandonados  pudieron haberse reparado…? ¿Cuántos medicamentos para los enfermos terminales o crónicos, que viven en la mengua, pudieron haberse comprado…?

–Y luego, ¿A cuántos trabajadores públicos no se les pudo haber incrementado el pírrico salario de limosna que devengan, incluidos hasta profesionales como médicos, ingenieros, abogados, bioanalistas,  técnicos, enfermeras,  etc., e incluso a los obreros mismos?

Un capricho personal

–Y lo más relevante: Todo por satisfacer un capricho personal del sátrapa,   a través de una simple veleidad, por cierto, una veleidad digna del más abigarrado liberalismo pequeño-burgués, a lo que tanto estos seudorrevolucionarios, empezando por el propio Maduro, dicen combatir.

-Como antes lo he dicho, lo más triste, pero lo más condenable,  es que se trata de un dinero que debe haber salido del tesoro público, adscrito a quién sabe cuál partida, y así como éste, quién sabe igualmente de cuántos gastos dispendiosos habrán dispuesto del erario público estos gobernantes rojos-rojitos para pagar estos caprichosos momentos.

–Valga recordar que eso no es nuevo, puesto que empezó hace ya ocho años, cuando la “serenata” provino nada menos que de un señor llamado Juan Gabriel, y así entonces comenzó a ocurrir cada año.

–Y eso sucede porque en este momento no hay ninguna Contraloría General ni una Asamblea Nacional que controle a ningún funcionario público, y menos a Nicolás Maduro.

–Claro, seguramente ellos –tanto Maduro como “Cilita”, su esposa– estaban también “celebrando” esa tal “victoria” que aspiraban lograr en las elecciones regionales nacionales del pasado domingo 21 de noviembre.

–Por cierto, una victoria pírrica, porque los números de ellos mismos, es decir, los entregados por el propio Consejo Nacional Electoral, dicen que, definitivamente, la cifra de votos antichavistas superaron en todo el país a la del tal Gran Polo Patriótico del gobierno en más de un millón de sufragios.

–De paso, tuvieron el descaro, el tupé y el desparpajo de televisar tan odioso acto a todo el país.

Qué dirá un trabajador

–Sería bueno saber –prosiguió Zaá– qué dirá de eso un trabajador venezolano, que apenas gana tres, o cuatro dólares mensuales, y que no le alcanzan ni para pagar el pasaje del transporte.

–¿Y qué dirán de esto los matrimonios de las barriadas humildes, y hasta los que incluso votaron por ellos, que no  pueden comprarle ni siquiera una tortica a sus pequeños hijos en sus fechas cumpleañeras?

–Qué diferencia –apuntó finalmente—a la época antes de la llegada al poder de estos revolucionarios de pacotilla, cuando, con modestísimos salarios, y con  los aguinaldos de fin de año, les  alcanzaba a todos los trabajadores para el regalo del Niño Jesús, para los estrenos de sus pequeños hijos, y hasta para la cena navideña.

Reinaldo Gómez
Foto: Cortesía

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