Se acerca cada vez más año nuevo y en todo el mundo se tienen costumbres diferentes para celebrarlo, incluso horarios y fechas diferentes.
Una de las tradiciones que siempre sale a relucir es comerse las 12 uvas por cada campanada, sin embargo no muchos saben por qué se hace esto.
Según las creencias más comunes se debe comer una uva por cada campanada y pedir un deseo en cada una. Esto traerá la buena suerte y prosperidad el año siguiente.
Esperando que cada deseo sea cumplido, sin embargo dicha tradición que se realiza en varios países latinoamericanos no tienen idea de que es algo adquirido de costumbres de otra civilización.
La historia
Tal vez algunas personas estudiosas o curiosas sepan que esta costumbre proviene de los conquistadores, es decir los españoles, esta tradición se remonta a principios del siglo XX.
Una historia que se repite a menudo dice que los productores de Alicante tuvieron una cosecha excelente en 1909 y encontraron una manera creativa de vender sus excedentes.
Se les ocurrió contar a los lugareños que si se comían una uva por cada mes del año, mientras se tocaban las 12 campanadas tendrían buena suerte todo el año siguiente.
Como un dato curioso las dichas uvas que se venden en España (como las de la suerte) son una variedad tradicional española llamada Aledo, que se cosecha en la costa mediterránea del país.
También hay quienes cuentan que si tu primera uva resulta ser dulce, recibirás enero con optimismo porque se supone que garantiza buena suerte, mientras que una amarga sugiere malas vibraciones.
Otra teoría, afirma que todo comenzó en 1882, dando como resultado la anterior mencionada, en aquella época la clase burguesa solía beber champán y comer uvas durante la cena de Nochevieja (o Nochebuena como también es conocida).
En ella cuenta que un grupo de madrileños decidieron ironizar esta tradición acudiendo a la Puerta del Sol para comer uvas acompañados del sonido de las campanadas.
Esta acción de revuelta por la distinción de clases de cara a la Navidad llevó a los chulapos a reunirse para comer uvas, como burla de la costumbre aristócrata.
Según publicaciones de aquel entonces, (resguardadas en la hemeroteca central de España) dicen que la prensa de 1907 se quejó de que comer uvas se hubiera arraigado tanto en la sociedad cuando la clase más baja la se burlaba de ello los primeros años.
Si bien aún no hay una teoría cien porciento comprobada y declarada oficial, no cabe duda que es una tradición bastante entretenida.
Por otro lado si te has preguntado, ¿por qué uvas y no otra cosa?, te podemos aclarar que existen otros países que efectúan el mismo ritual pero con otros alimentos, como en Italia donde la tradición es con platos de lentejas.
Se trata de la uva ya que es un fruto que desde siglos se ha asociado a la buena suerte, pues hay quienes lo relacionan con Cristo, de la religión Católica, pues la uva crea vino y que su historia se relaciona con ello, trayendo consigo la positividad o la espiritualidad.
Además de que se trataba de una fruta barata de la que a menudo había excedente en los cultivos.