Las creencias populares y los mitos son abundantes en relación a la alimentación. Son demasiados las afirmaciones que se dan en el ámbito alimenticio que suelen estar erradas a lo que corresponde.
Estos son algunos de los hechos, demostrados científicamente, tal como explican los expertos de Food Science Matters, que nos demostraran que existen suficientes mitos con algunos alimentos.
Los carbohidratos son malos
Los carbohidratos no son malos, estos son una fuente de energía, nutrientes esenciales y fibra, indispensables para el organismo. Hay que consumirlos como parte de una dieta equilibrada
Pero hay que tener en cuenta que existen distintos tipos de carbohidratos.
Los complejos tienes más vitaminas y minerales que los simples, y hay carbohidratos que tienen un índice glucémico alto y pueden subir el azúcar sí se consumen en altas cantidades.
Hay que beber 8 vasos de agua al día
Aunque este mito sobre las comidas es una recomendación médica, es solo una indicación, no es una regla escrita en piedra. Hay que tener en cuenta que muchos alimentos tienen agua (la sandía o el melón, por ejemplo), y cada persona tiene distintas necesidades en función de su edad, nivel de ejercicio, clima en donde vive, etc.
Las ensaladas son saludables
No siempre es cierto esto. Hay ensaladas que llevan queso, pollo frito, abundante aceite, y otros ingredientes que suman muchas calorías a la ingesta diaria, que no son recomendables.
Los alimentos orgánicos son más sanos
Ningún estudio ha demostrado que los alimentos orgánicos mejoren la salud a largo plazo o reducen la aparición de enfermedades.
La fruta y los vegetales crudos son más sanos que cocinados
Es cierto que cocinar algunos vegetales elimina ciertos nutrientes, pero también cocinarlos potencia otros.
El chocolate es malo y engorda
El chocolate en cantidades moderadas, puede ser bueno, como se ha demostrado en estudios. Pero un consumo excesivo resulta, sin duda, perjudicial. De hecho, el chocolate, es un gran antioxidante, anti-trombótico y anti-inflamatorio, tiene efectos anti-hipertensivos y puede ayudar a prevenir la cardiopatía isquémica.
María Vielma
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