El crecimiento de la economía nacional no puede lograrse sin el fortalecimiento de las capacidades de los venezolanos, porque son precisamente éstas las que motorizan el progreso y el desarrollo sustentable del país.
Encauzados hacia visión realista, sectores privados del quehacer nacional entienden la necesidad de generar iniciativas que fomenten el desarrollo sostenible en Venezuela.
Desde el sector bancario los esfuerzos apuntan al desarrollo y fortalecimiento del paradigma de la Venezuela emprendedora, invirtiendo en programas e iniciativas de alto impacto orientados a la generación del objetivo más humano: el bienestar.
Así lo explica José Simón Elarba, presidente de la junta directiva de Bancamiga, al describir cómo la novel entidad bancaria ha incluido en su gestión de responsabilidad social, el emprendimiento como pilar fundamental.
En ese sentido, Elarba destaca los más de 5.000 emprendedores capacitados en todo el país, en menos de tres años, a través de foros, talleres, seminarios, asesorías y clases magistrales en temas como modelo de negocio, financiamiento, mercadeo tradicional y digital, entre otros, para fortalecer las capacidades de emprendedores y microempresarios.
Con los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, como eje transversal, en 2024 Bancamiga impulsó el potencial emprendedor de cientos de venezolanos, incluso en trabajo conjunto con importantes organizaciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Más bienestar, más desarrollo sustentable
Si bien el emprendimiento es uno de los pilares fundamentales de una gestión socialmente responsable, Elarba recuerda que la educación, la cultura, el deporte y el cuidado del ambiente, son también expresiones del bienestar del país, y por ello Bancamiga incluye estas áreas en su plan de acción social.
De allí que contribuir a elevar la capacidad de atención de centros asistenciales, implicó en 2024 uno de los más estructurados esfuerzos de la organización, para optimizar servicios en los hospitales Domingo Luciani y el de Coche, en el Distrito Capital.
En el área de educación, el ejecutivo bancario reflexiona que la lectura es una competencia imprescindible para el progreso, por lo que Bancamiga creó, a finales de 2024, un fondo editorial para apoyar proyectos de este tipo, promover la lectura y el acceso al conocimiento.
2025 será un año de actividades para este fondo, anuncia Elarba, acotando que este es otro esfuerzo del banco para cultivar los valores de la venezolanidad, así como los convenios con el Sistema de Orquestas de Venezuela y la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, para ayudar con la formación musical de niños y jóvenes en todo el país.
El presidente de la junta directiva de Bancamiga no deja de referirse al trabajo de generar productos y servicios financieros que respondan a la realidad del país, pero le adosa la responsabilidad del sector privado, de invertir en acciones que contribuyan con el desarrollo sustentable de Venezuela.