Cuando un misil cayó en un depósito de petróleo cerca de la pista donde se correría el Gran Premio de Arabia Saudí, el debate entre los equipos y los pilotos de la Fórmula Uno de automovilismo dejó de girar en torno a los derechos humanos y se enfocó en la seguridad personal de todos.
La gran interrogante es: ¿estuvo bien quedarse en Yeda y correr la segunda carrera del campeonato dos días después del ataque, ocurrido a unos 11 kilómetros (siete millas) del circuito?
Hubo reuniones de emergencia hasta entrada la noche el viernes 25 de marzo y finalmente se decidió disputar la carrera. La ganó el campeón mundial Max Verstappen, quien dijo que todavía hay que resolver algunas cosas.
El piloto de Red Bull habló sobre la carrera, si se tenían garantías en cuanto al circuito y su seguridad. “Pero creo que ahora todos los pilotos debemos sentarnos a analizar el asunto, con los jefes de los equipos, para ver qué se hace en el futuro”, indicó.
El ataque, perpetrado por rebeldes hutíes de Yemen, le apuntó a un depósito de petróleo cerca del aeropuerto internacional. Se produjo dos semanas después que 81 personas fuesen ejecutadas en Arabia Saudita.
Los pilotos ya habían expresado inquietud en torno al estado de los derechos humanos en Arabia Saudí, incluso antes que la F1 debutara en este trazado en diciembre del año pasado.
Muchos se preguntan si valen la pena los lucrativos acuerdos firmados con Bahrein, Catar y Arabia Saudí (se dice que paga 55 millones de dólares por el derecho a escenificar una carrera) a la luz de todo lo que conlleva la venida a estas tierras. Y si los intereses comerciales pesan más que otras consideraciones.
Aparentemente hay mucho interés en la F1, que esta temporada tiene 23 carreras. La popularidad de esta categoría aumentó gracias a la serie de Netflix “Drive to Survive” y a la vibrante batalla que sostuvieron el año pasado Verstappen y Hamilton Lewis por el título.
“La F1 atraviesa por un gran momento y muchos países quieren escenificar carreras”, declaró el director ejecutivo de la F1 Stefano Domenicali.
BAHREIN, CATAR, ARABIA SAUDÍ MUY MAL
Bahrein, Catar y Arabia Saudí han sido acusadas de usar el deporte para tratar de mejorar su imagen, empañada por denuncias de violaciones a los derechos humanos.
La F1 escenificó una carrera el año pasado en catar y firmó un acuerdo a 10 años que entrará en vigor en el 2023. El contrato que tenía con BahrEin fue extendido hasta el 2036.
MUNDIAL DE CATAR
Catar se prepara para ser escenario de la Copa Mundial de Fútbol a fin de año y está bajo la lupa en conexión con el trato de los trabajadores migrantes.
Se dice que los grandes eventos deportivos pueden alentar cambios. “Creemos que lo que estamos haciendo tendrá un impacto positivo en la política” de estos países, dijo Domenicali.
Vía AP
Foto: Rebeldes de Yemen atacaron depósito de petróleo de Yida, mientras luego un avión voló sobre una nube de humo negro, dos días antes del GP de Arabia Saudí