El slugger venezolano Miguel Cabrera, de 38 años, el martes sacó su segundo jonrón de la temporada y el 489 de por vida en las Grandes Ligas ante 9.445 espectadores, para ahora colocar esa cifra a 11 de los 500 y ayudar a su equipo triunfar 5-2 ante los Medias Blancas de Chicago de visitante en el Guaranteed Rate Field.
El aragüeño de tercer bate como designado tuvo su conexión de largo alcance en el primer inning contra el abridor y a la vez perdedor Lucas Giolito (1-2), a quien el campocorto Niko Goodrum también se la desapareció con uno a bordo en el séptimo episodio, que significó su tercer batazo de cuatro esquinas en la campaña. Giolito laboró seis innings y dos tercios.
Cabrera estuvo en lista de lesionados por 10 días ante dolencias en el bíceps izquierdo y pasaron 23 juegos para alcanzar el espectacular estacazo, luego de regresar a la acción apenas hace unos días, que lo situó a tres cuadrangulares de los recordados Lou Gehrig y Fred McGriff, quienes completaron 493 y comparten la posición 28 entre los jonrones en las Mayores. El inicialista Jonathan Schoop por los Tigres fue otro que la sacó, su segundo de la estación, tras volarla en el octavo contra el relevista Matt Foster.
El vuelacercas de Cabrera abrió el marcador 1-0 a favor de Detroit, que logró sobreponerse de cinco errores y que, casualmente, empató ese registro negativo precisamente con los Medias Blancas, que los cometió el 31 de agosto de 2014.
El dominicano José Ureña (1-3) fue el pítcher vencedor, después de aceptar siete incogibles y dos anotaciones en siete entradas, ponchar a dos y regalar tres boletos con 97 lanzamientos ante 30 bateadores, de los que 57 fueron en la zona de strike, permitiéndole dejar efectividad de 3.77 y sin olvidar que obtuvo esta primera victoria desde que superó a los Padres de San Diego cuando pertenecía a los Marlins de Miami.
Por los Tigres, los venezolanos Cabrera de 4-2, jonrón (2), anotada, empujada, Wilson Ramos de 4-1, doble (4), anotada, remolcada.
Antonio José Seijas vía Miguel Sánchez de ACN
Foto: Miguel Cabrera con cada conexión rompe o se acerca a los récords