La tarde de este miércoles, a través de las redes sociales una persona que se hace llamar «Pía» (@mckeyabusador), y se considera una “víctima anónima de abuso infantil”, publicó en la red social Twitter, una serie de escritos en donde acusa de estupro al escritor venezolano, Willy McKey.
“Conocí a Willy en el microteatro 2015, yo empezaba a empaparme de una movida intelectual y cultural caraqueña de la que me moría por formar parte. En el 2015, también, tenía 15 años”, dice.
De acuerdo con el relato, McKey, le habría enviado un mensaje directo a través de Twitter, para dale la “estampita de un proyecto” y que “fuera a su oficina en Prodavinci”.
La emoción de la joven, la llevó a pensar que había encontrado en el escrito, un mentor, “una especie de figura paterna”.
Pía, de 15 años en ese entonces, se tomaba autorretratos, “muchos los hacía sin ropa”, aunque los censuraba.
“Él empezó a hablarme de ellos, de lo interesantes que eran y de cómo se asemejaba mi visión a la de Gala Garrido. Estaba halagadísima”, relata.
Sin embargo, la joven nunca imaginó que las palabras del escritor terminarían siendo “promesas vacías”.
“Me empezó a hablar de sus sueños, los cuales eran sugerentes, pero no demasiado. McKey es un carajo inteligente, trabaja con palabras; no puedo negar que su estrategia para abusar de mí fue sutil y casi perfecta, porque yo no estuve consciente de esta sino hasta hace poco”.
Juego con palabras claves
De acuerdo con Pía, McKey habría inventado un juego llamado “incontestable”, en donde uno debía confesar algo y agregaba una palabra clave al final. En el juego, él le decía cosas “muy ambiguas, muy adornadas”, donde le daba a entender un interés sexual que le costó descifrar.
“Me dijo que yo era su ´cómplice´ y los cómplices eran el espacio seguro del otro, bajo esa premisa consiguió mi silencio. Esta debió ser la mayor red flag”, dice
La joven asegura que llegó un momento en el que cambió la identidad del escritor “por seguridad”, ya que a través de mensajes y llamadas “él describía un encuentro sexual conmigo mientras se masturbaba al otro lado del teléfono”.
Tras pasar un tiempo, Pía, decidió ir a su oficina en La Castellana, Caracas, lugar en donde el escritor le daría un beso. Mes después, exactamente el 03 de septiembre de 2015, según relata, la invitó a su apartamento.
“Me practicó sexo oral, me masturbó con sus manos y frotó sus genitales contra los míos incontables veces. Era la primera vez en mi vida que estaba desnuda frente a un hombre. (…) Había recién cumplido los 16. Él cumplía 36 la siguiente semana”.
Pía, dice que jamás se sintió atraída sexual o románticamente por Willy. Afirma que a raíz de esa experiencia, junto a otras, desarrolló “vaginismo” y tuvo por años problemas para tener relaciones sexuales. “Mi cuerpo entendió el trauma primero que yo”.
Compañeras de teatro
Según cuenta, sus amigas del colegio conocían lo ocurrido, al igual que sus compañeras del “Teatro Nueva Era”.
“Una me contó que él le escribió y le pidió fotos, pero ella no le prestó atención”, recalcó.
Esta situación la llevó a pensar que tal vez no sería la única que había pasado por ello.
“Yo genuinamente pensé que mi vínculo con Willy era algo especial. Desde el principio confié en él y en su mirada hacia mí. Incluso durante el hostigamiento sexual. Me decía lo que quería escuchar, me miraba como quería que me miraran. Yo aún no proceso la mayoría de estas cosas”, finalizó la joven.
SYGA
Foto: Willy McKey