La policía roció gases lacrimógenos contra aficionados del Liverpool que debieron soportar una larga espera para ingresar en el Stade de France, y el personal de seguridad forcejeó con hinchas desesperados por presenciar la final de la Champions League, cuyo inicio se demoró 37 minutos el sábado 28 de mayo.
Mientras el Liverpool caía 1-0 en la gran final de la temporada europea ante el Real Madrid, la UEFA culpó a los miles de aficionados que adquirieron boletos falsos por el bloqueo de los torniquetes para ingresar al estadio.
Los organizadores no identificaron de dónde eran esos compradores, y el Liverpool informó que estaba “enormemente decepcionado” por los problemas de seguridad que enfrentaron sus seguidores.
Varios aficionados de Liverpool, enfurecidos por ser retenidos en las filas, se colgaron de las vallas y gritaron: “¡Déjennos entrar tenemos boletos!”.
Hubo muchos casos de aficionados que eludieron al personal de seguridad e intentaron ingresar en el estadio. The Associated Press vio a dos hombres, uno con camiseta de Liverpool, arrojados al suelo por los guardias y sacados del estadio por la fuerza.
Otros tres hinchas evadieron a los empleados de seguridad y corrieron por el pasillo, hasta el nivel inferior del estadio. Algunos más, que no portaban camisetas de los equipos, treparon por las rejas mientras los seguidores del Liverpool les gritaban que se bajaran.
La final comenzó a pesar que muchos aficionados seguían intentando ingresar. La policía antimotines arrojó gas lacrimógeno desde el perímetro de seguridad a la gente que se encontraba afuera. Fue posible ver que policías y guardias resentían los efectos de las sustancias irritantes en los ojos.
“Vi niños llorando y gente atrapada” frente a las entradas, comentó el aficionado Colm Lacey. “La gente comenzó a adelantarse en la cola. Luego abrieron la reja por la fuerza y comenzaron los empujones”.
Unos 15 minutos antes del inicio previsto a las 1900 GMT (las 9 hora local) se anunció la demora debido al arribo tardío de fans al estadio.
Se atribuyó el retraso a que algunos aficionados iban demorados al estadio. El anuncio fue silbado y abucheado por el público que ya estaba en el estadio, y que había tenido que hacer largas filas. El encuentro comenzó a las 9:37 de la noche.
AP
Policías frente al Stade de France y aficionados en intento de buscar entrar al estadio