Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López < El Informador Venezuela
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Reseña de la Añoranza/ Iván Brito López

General Juan Jacinto Lara Meléndez

Corría el año de 1924, cuando tuvo lugar la memorable reunión efectuada el 30 de noviembre, gracias a las instancias del Dr. Juan Carmona, quien fue el propulsor de una inusitada idea. Pero, ¿Cuál era aquella idea? Esta iniciativa, no era la otra, que la conducente a la constitución de un grupo que cohesionadamente trabajara, con base a un sólo fin.

De esta forma, nació aquel 30 de noviembre de 1924 la “Sociedad Jacinto Lara”, con el objeto de rendir “…los más vivos homenajes de veneración a la memoria excelsa del General Jacinto Lara, el ilustre Héroe de Corpahuaico, cuyo nombre lleva este estado como blasón de gloria…” Tal cual como se lee en el Acta de Instalación de la citada sociedad.

De igual manera, el Acta de Instalación de la Sociedad Jacinto Lara señala:

“…Esta Sociedad perseguirá, de un modo muy especial, la realización de tres propósitos: Primero: obtener que la Asamblea Legislativa del Estado Lara declare día de fiesta, en toda su jurisdicción, el 28 DE MAYO, fecha del natalicio de nuestro Héroe Epónimo, y cuya celebración anual será uno de los primordiales deberes de esta Sociedad; Segundo: la erección de una estatua de LARA en esta Capital, a cuyo fin desplegará todas sus actividades, invocando la protección del Gobierno y de la ciudadanía; y Tercero: la edición de una obra documentada sobre la preclara vida de aquel Prócer, cuya correspondencia deberá figurar íntegramente en dicha obra, cuya preparación será encomendada a un Miembro de la Academia Nacional de la Historia…”

Para llevar a cabo tan importante aspiración colectiva, la primera tarea que deberían cumplir, era el esclarecimiento de la fecha de nacimiento del General Juan Jacinto Lara Meléndez, para lo cual se contó con los trabajos que sobre el particular habían desarrollado Ramón Pompilio Oropeza, Agustín Oropeza y José M. Zubillaga, quienes luego de un pormenorizado análisis, elaborado bajo rigurosas normas metodológicas de investigación, concluyeron:

“…Entre el 5 de junio y el 28 de mayo nos parece más cercana esta última fecha, que con toda probabilidad fue la natalicia de Lara. Consultando la cuestión bautismo en el Derecho Canónico, nos encontramos con que la Iglesia preceptúa que el bautismo debe celebrarse cuando antes pueda hacerse y que algunos teólogos al interpretar ese cuanto antes, fijan el término de ocho días, a contar del día del nacimiento, para la celebración del bautismo. Dado el espíritu de religiosidad de aquella época parece que este precepto era rigurosamente cumplido. Así lo hemos podido comprobar nosotros examinando en el archivo parroquial partidas que expresan tanto la fecha del bautismo como el del día del nacimiento…”

Como se puede apreciar, estos fueron los acontecimientos que se desarrollaron a mediados de los años 20 que desembocaran en la promulgación de la Ley regional que en 1925 instauró el 28 de Mayo como Día de la conmemoración del natalicio del General de División Juan Jacinto Lara Meléndez:

“…La Asamblea Legislativa del Estado Lara, Decreta: la siguiente Ley de Fiesta del Estado. Artículo 1º Se declara día de fiesta para el Estado, el 28 de mayo, día del natalicio del Héroe Epónimo General Jacinto Lara. Artículo 2º El Ejecutivo del Estado y los Concejos Municipales y los Jefes Civiles de los Distritos harán solemnizar esa fecha de la manera más digna, decretando con la debida anticipación los actos propios para celebrarla…”

General de División Juan Jacinto Lara Meléndez.

Desde entonces, 98 años han pasado, son casi una centuria en que venimos conmemorando el natalicio del General de División Juan Jacinto Lara Meléndez, quien vino al mundo en el cantón de Carora, el memorable 28 de mayo de 1778, como reza en el acta de bautismo, siendo sus padres, don Miguel de Lara y doña Juana Paula Meléndez.

Jacinto Lara, se iniciará en la vida civil como próspero comerciante, siguiendo los pasos de su padre don Miguel de Lara, destacándose por su habilidad y bien tino en la compra y venta de ganado vacuno, viajando constantemente por los accidentados y selváticos parajes de la geografía nacional de aquellos difíciles tiempos, en travesías que duraban meses, de Carora a los llanos por ejemplo.

En esos menesteres, Jacinto Lara en el traslado de unas reses de conformidad a una negociación pactada, se enfrentó al terrible “guardajumo” bandolero de arrojo, salteador de caminos, de nombre Juan Nicolás Ochoa, quien hubo de batirse con Jacinto Lara en una reñida refriega, donde Lara salió victorioso, teniendo “guardajumo” que huir. Tiempos de una vida muy agreste, sin ninguna de las comodidades con que contamos hoy y por lo cual, es muy difícil hacernos la idea de cómo era el existir cotidiano de aquellos seres humanos, que nos dieron tanto honor y tanta gloria. No habian caminos, no había luz eléctrica, no había agua corriente, como se le llama al servicio de agua por tuberías hasta las casas, no había sistema de salubridad pública, tanto a lo médico asistencial, como a las medidas de salubridad de matanza y expendio de carnes. No habían cloacas y se acudían a las pilas públicas o surtidores de agua públicos donde los había, para buscar el agua de consumo del hogar, como tampoco lógicamente había refrigeración por lo cual igualmente, se tenía que secar la carne y la preparación de la comida era diaria, como el tratamiento de algunos productos “en conserva” para un poco más de durabilidad en el tiempo.

Esa era Venezuela, esa era la Venezuela donde nacieron y actuaron aquellos hombres de preclara visión de país, quienes fueron los responsables de crear un sentimiento de nacionalidad, como lo decía el Libertador Simón Bolívar en la Carta de Jamaica, fechada en Kingston, el 6 de septiembre de 1815:

“…No somos europeos, no somos indios (…) Nosotros somos un pequeño género humano, poseemos un mundo aparte…”

Palacio de Gobierno donde fueron honrados en capilla Ardiente los restos del General Lara en 1911.

Esa calara conciencia, motorizó e impulsó a aquellos hombres excepcionales que inspirados por Francisco de Miranda y tras la coyuntura de la invasión a España por parte de Napoleón Bonaparte, desencadenará en los acontecimiento del 19 de abril de 1810, año en el que arriba a Caracas Jacinto Lara con un rebaño de reses, precisamente en su quehacer de vender ganado, convirtiéndose en testigo de excepción de aquellos acontecimientos, donde nace el movimiento que, cual simiente será el punto de partida para la gesta emancipadora.

No titubeará Jacinto Lara, para sumarse a la causa independentista, sin vacilación de incorporarse de inmediato y ese mismo año bajo las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda, será nombrado Comandante de las Milicias de Ospino y Araure. De acá en adelante será una estela de victorias en batallas que fueron decisivas para el triunfo de la causa independentista:

•         1811 – 1812 Oficial a las órdenes del Generalísimo Francisco de Miranda

•         1813 Participa con sobresaliente arrojo en las batallas de Niquitao, de los Horocones, de Taguanes y de Araure.

•         1814 Participa en la primera Batalla de Carabobo.

•         1814 Junto al General Rafael Urdaneta organiza la Retirada de Occidente.

•         1815 Participa en las acciones de los llanos bajo el comendando tanto de Rafael Urdaneta como de Francisco de Paula Santander.

•         1817 Comandante General de las Misiones del Caroní.

•         1818 Comandante General y Jefe Civil de los Llanos de Calabozo.

•         1820 Jefe de Estado Mayor General, interino de la División Norte de Nueva Granada.

•         1821 Gobernador de Santa Marta y Cartagena en Nueva Granada.

•         1824 – 1825 Intendente y Comandante General de los Departamentos de Arequipa, Cuzco y Ayacucho en Perú.

•         1828 General en Jefe del Ejército de Colombia, auxiliar del Perú; Intendente y Comandante General del Departamento del Zulia.

•         1829 Comandante General del Departamento del Orinoco.

Indudablemente, la hoja de servicios del General de División Juan Jacinto Lara Meléndez, nos muestra veinte años de entrega absoluta a la Patria, para la cual combatió en aras de la Libertad desde los llanos venezolanos hasta los confines del Perú, fue sin discusión alguna, uno de los Libertadores que tuvo la gloria de luchar por la independencia de casi todos los países bolivarianos.

Juan Jacinto Lara Meléndez, a la postre ejercerá con limpio decoro y admirable capacidad administrativa, la Gobernación de la Provincia de Barquisimeto de 1843 a 1847, tiempos durante el cual los planes y proyectos que ejecutó y los que dejó por realizar, muestra de manera clara, la transparencia de su gestión, lo efectivo de su acción en medio del atraso y la precariedad presupuestaria de aquel entonces, fue el último servicio que le hizo a su país, a su amada patria.

Sala del Palacio de Gobieron donde fueron puetos en Capilla Ardiente los retos del General Jacinto Lara.

Finalmente, el 25 de febrero de 1859, a la edad de ochenta y un años se apagaba la flama vital del corazón del General de División Juan Jacinto Lara Meléndez, en la esquina suroeste de la hoy Av. 20 con la calle 24, de donde salieron sus restos rumbo a la Iglesia Inmaculada Concepción, para luego de Sagrado Oficio del funeral, dársele cristiana sepultura, bajo las baldosas de este templo barquisimetano.

Transcurrido el tiempo, la Cámara del Senado del Congreso de la República de Venezuela, acuerda el 27 de junio de 1910, el traslado de los restos del General de División Juan Jacinto Lara Meléndez, al Panteón Nacional, siendo Presidente del Congreso el Dr. José Gil Fortoul. Con base a dicho acuerdo el General Juan Vicente Gómez, como Presidente de la República, emite del Decreto el 9 de mayo de 1911, del traslado de los restos del General Lara al Panteón Nacional. A tal efecto,  se nombró una Comisión especial, que presidió su hijo el General Jacinto Fabricio Lara.

Cumpliendo con la Disposiciones del Ejecutivo Nacional, los restos del General de División Juan Jacinto Lara Meléndez, fueron exhumados del templo Inmaculada Concepción de Barquisimeto el 19 de julio de 1911, para llevarlos en solemne procesión hasta el Palacio de Gobierno, que estaba en la hoy carrera 19 con la calle 23, donde se les rindieron honores en Capilla Ardiente hasta el 20 de julio, cuando fueron embarcados en el Ferrocarril Bolívar, para ser conducidos hasta el Puerto de Tucacas desde donde navegaron hasta el Puerto de la Guaira y seguir a Caracas a través del Ferrocarril Alemán y finalmente ser inhumados en el Panteón Nacional.

Domingo 28 de mayo de 2023.

Fuentes Consultadas:

•         Brito, J. (1978) Vida y Obra del Jeneral Jacinto Lara. Editorial Lucila. Segunda Edición. Ejecutivo del Estado Lara. Barquisimeto. Venezuela.

•         Eurich, E. (1993, mayo 27) Vigencia del Pensamiento y Obra del General Juan Jacinto Lara. El Informador, p. B-1.

•         Orellana, F. (1977) Vivencia, Tradición, Narración. Tipografía Orellana. Barquisimeto. Venezuela.

•         Orellana, R. (1979. Mayo 27) Juan Jacinto Lara: Recuerdo Permanente de su Gloria. Suplemento Dominicales del Diario El Informador, p. 3 y 4.

•         Paris, P. (1993) Discurso del Dr. Pedro Paris Montesinos, en el acto de la Asamblea Legislativa del Estado Lara en honor al General Jacinto Lara, el 29 de mayo de 1993. (no Publicado).

•         Rojas, R. (1996) Discurso del Dr. Reinaldo Rojas en el 218 aniversario del natalicio del General de División Juan Jacinto Lara. Centro Jacinto Lara. Cograf C. A. Barquisimeto. Venezuela.

•         Unknown (2012) Más malo que Guardajumo. [Artículo en línea] Disponible en: http://lecturas-yantares-placeres.blogspot.com/2012/08/mas-malo-que-guardajumo.html [Consulta: 2023, Mayo 25]

•         Uslar, A. (1983) Bolívar Hoy. Monte Ávila Editores. Caracas. Venezuela.

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