La presidenta de la Asociación de Profesores de la UCLA y APUCLA, Débora de Valecillos informó que hasta ahora unos 50 profesores de diferentes decanatos han sido víctimas de suspensiones de salarios, y detalló que esta cifra puede ir en aumento.
La declarante que también forma parte de la junta directiva de FAPUV, detalló que la suspensión ha obligado a algunos de los afectados a renunciar, pues tampoco cuentan con los recursos tecnológicos para ofrecer las clases por plataformas en línea.
Indicó que hasta ahora esperan respuestas sobre esos casos, pues el gremio había acordado que “no había condiciones para volver a las aulas”, y esta decisión los tomó por sorpresa.
“Un profesor con el salario suspendido, imagínese lo que significa en este momento de vida, yo he reiterado que detrás de cada suspensión del salario en estos profesores es una historia de vida dramática, que nos lleva a preguntarnos qué pasó para tomar esa decisión cuando era público y notorio la decisión gremial de que no estaban dadas las condiciones para el reinicio de actividades académicas” señaló Valecillos.
Agregó que la situación no ha cambiado por lo que aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a las autoridades universitarias, “quienes pasan a ser como nosotros, profesores universitarios” y que a su parecer, deben respetar las decisiones gremiales.
“Nosotros vamos a seguir insistiendo” sentenció la profesora y reiteró que en este proceso gana todas las partes, “gana la universidad porque no pierde el talento, ganan los profesores, se reivindica lo que son las decisiones gremiales que hay que respetarlas”.
Pidió el cese de estas acciones y declaró que “estamos escribiendo unas páginas que ninguna universidad está escribiendo, sino la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA), donde se está promoviendo la suspensión de salario”, “ojalá esa página no permanezca en el tiempo” sentenció.
En cuanto a la posibilidad de regresar a las aulas señaló que es una decisión que debe ser estudiada, debido a que las instalaciones no están aptas para recibir a los estudiantes, asimismo señalan a la Covid-19 como una problemática que no puede tomarse a la ligera.
Naikarys Cordero