Son siete millones de euros (unos 8,1 millones de dólares) los que el departamento de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (Echo) entregó al organismo de ONU, para mitigar el impacto de la covid-19 en los refugiados y migrantes de Venezuela y sus comunidades de acogida en América Latina y el Caribe.
El reporte de Efe, basado en la información que despacha la oficina regional de ACNUR en Panamá, detalla que la nueva contribución se utilizará para «el fortalecimiento de los mecanismos de protección comunitaria y la intensificación de los esfuerzos de incidencia para políticas inclusivas. Además, se proporcionará información y orientación sobre el proceso de asilo, la regularización y la documentación necesaria para facilitar el registro».
Agrega que parte de esta contribución se dedicará además a apoyar la labor realizada por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial, coliderada por Acnur y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y las actividades que se detallan en el Plan de Respuesta para los Refugiados y Migrantes de 2020 (Rmrp).
«Muchas personas se están viendo afectadas por los efectos devastadores de la covid-19 en la economía y los sistemas de salud pública», declaró la directora del Bureau de Acnur para las Américas, Renata Dubini.
En tal sentido, insiste, en que junto a la UE podrán asegurar que familias y personas vulnerables, incluyendo a niños y niñas, mujeres embarazadas y adultos mayores, reciban protección y asistencia humanitaria vital en sectores como salud, agua, saneamiento e higiene, educación, albergue, medios de vida, ayuda en efectivo y ayuda no alimentaria, entre otros.
La otra cara de la moneda
En repetidas oportunidades la administración Maduro a fustigado severamente a ACNUR, y en algunas ha incluido a la OIM.
En 2019, el canciller Jorge Arreaza acusó de cínicos cómplices a la Unión Europea, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y a los Estados miembros de la Acnur, por manipular sobre la situación migratoria venezolana para, según él, «abultar» los recursos que recibe por la migración.
El mandatario Nicolás Maduro calificó de “bandidos” y “miserables” a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y hasta los acusó de ser funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos.