Reinaldo Gómez.- El actual gobierno regional, es decir, el gobierno del Estado Lara, encabezado por la gobernadora Carmen Meléndez, gasta más en publicidad, en publicitar sus mentiras, que en lo que se invierte para solucionar los problemas de los larenses.
La anterior aseveración provino de la licenciada Marisol Bustamante, integrante del directorio regional de la Organización No Gubernamental Transparencia Ciudadana del Estado Lara (ONGTC-Lara), en declaraciones ofrecidas a este diario.
-Y eso lo hace la mandataria –agregó la declarante- porque simplemente considera que, con esa machacante y mediocre publicidad, puede convencer a los larenses de que ella lidera una gestión eficiente, cuando no es así, y más bien ha logrado reunir en torno a sí el más gigantesco repudio que gobierno alguno haya tenido en la historia del Estado Lara, repudio que se extiende por igual incluso al presidente de la república, Nicolás Maduro.
Añadió más adelante que “esa ineficiencia gubernamental se extiende asimismo por igual a la gestión municipal de Iribarren que encabeza Luis Jonás Reyes”.
No hay control
-Ya es como llover sobre mojado –expresó- denunciar aquí los gravísimos problemas que afrontamos los larenses, y los venezolanos en general, por las calamidades por las cuales pasamos para poder adquirir los alimentos, los bienes y los servicios indispensables para una vida decente, aspectos estos últimos entre los cuales podemos citar el gas, la luz eléctrica y el agua, amén del transporte, la salud, los servicio públicos, etc.
-Pero es que hay algo más –prosiguió-, y no es otra cosa que el hecho de que no hay en el Estado Lara un manejo transparente de los recursos que se administran, y que son de todos nosotros los larenses, pero resulta, en primer lugar, que nadie da cuenta de nada, y, en segundo lugar, que nadie controla nada, ni nadie pide cuentas.
-En otras palabras: Hay una total ausencia de mecanismos de control de esos recursos, que, aparte de ser cuantiosos, son propiedad de todos nosotros los larenses. El gobierno regional simplemente administra, pero debe rendir cuenta –incluso, está obligado- acerca de en qué se invirtieron los mismos.
Y, de paso, ya se acostumbraron a que ellos todos los recursos los manejan como en una especie de caja negra, porque los únicos que saben cómo se administran son la gobernadora y su pequeño entorno de amigos y compañeros de partido.