Armenia y Azerbaiyán se hallan al borde de la guerra. Tras estallar violentos combates que al dejaron al menos 39 muertos y cientos de heridos entre fuerzas azeríes y separatistas de la región de Nagorno Karabaj, apoyadas por Armenia.
En Rusia, que se erige como un árbitro en la región, el presidente Vladimir Putin llamó al cese de los enfrentamientos. Al menos 16 militares separatistas armenios murieron y más de un centenar resultó herido en estos combates, según las autoridades de Nagorno Karabaj.
La naciones, que se culpan mutuamente de iniciar las hostilidades, ofrecieron un balance igualmente de pérdidas civiles. Ereván (capital de Armenia) anunció la muerte de una mujer y un niño y Bakú (capital de Azerbaiyán) señaló la muerte de una familia azerí de cinco miembros.
Los combates que estallaron el domingo, los más mortíferos desde 2016, causaron inquietud internacional y llevaron a la ONU, Francia y Estados Unidos a pedir un alto el fuego inmediato.
Con información de AFP