El bigleaguer venezolano Miguel Cabrera, quien se encuentra en ruta de los 3.000 hits en las Grandes Ligas, donó el casco con el que dio su jonrón 500 al Salón de la Fama y entregó al presidente de la organización Josh Rawitch, luego de completar esa cifra en el Rogers Centre de Toronto cuando se enfrentaron Tigres-Azulejos.
Hace cinco días 24.877 aficionados y autoridades de Tigres de Detroit lo homenajearon en el Comerica Park por esa conexión histórica, que no pudo lograr en el escenario de Detroit sino fuera de casa en Toronto, aunque ese detalle no fue óbice para agasajarlo, consentirlo, mimarlo y aplaudirlo frenéticamente, además de recibir muchos obsequios, incluidos recuerdos, fotografías, acompañado de su familia y personalidades de su equipo en Estados Unidos.
El mánager A. J. Hinch o Andrew Jay Hinch, de 47 años, estaba muy emocionado junto a sus asistentes y compañeros de Miguel. “Le debíamos a Miggy agradecerle por los 500 jonrones y la carrera final por los 3.000 hits, y todo aquello que viene, carreras empujadas, anotadas, dobles, en fin», aclaró sonriente el piloto.
APERTURA SUMAMENTE EMOTIVA
El cubano Al Ávila, gerente general de Tigres de Detroit, tuvo una apertura emotiva en la ceremonia reservada al homenaje de Miguel. “Qué bonita noche para celebrar a uno de los más grandes peloteros en la historia del equipo”, abrió bastante emocionado.
Echó el cuento de cómo Miguel llegó a Detroit. “Quiero regresar en el tiempo y contarle una pequeña historia sobre el viaje de Miguel a Detroit”, aclaró Ávila. “En la primavera de 1998, como director de scouteo de los Marlins de Florida, ahora de Miami), le dije a aquellos dos señores que están por allá, Louie Eljaua y Miguel Ángel García, que salieran a buscarnos al mejor pelotero amateur disponible en el mercado internacional».
Y continuó sobre esos recuerdos. «En un par semanas regresaron y dijeron que habían encontrado a nuestro muchacho, así que viajé a Maracay, Venezuela, con cierto escepticismo para ver a Miguel y un año más tarde lo firmé por el bono más alto otorgado hasta la fecha, durante un proceso del 2 de julio, en la historia del juego (1,8 millones de dólares). Poco después, en 2003, Miguel hizo su debut en MLB a los 21 años de edad y conectó un jonrón decisivo para los Marlins”, indicó y añadió: «Qué clase de jonrón».
Años más tarde, en las Reuniones de Invierno del 4 de diciembre de 2007, con Ávila como parte de la oficina de Detroit, se concretó el cambio de Cabrera a Detroit. “Una vez que los Marlins nos dieron los nombres de los peloteros que querían por Miggy (y Dontrelle Willis: Burke Badenhop, Eulogio de La Cruz, Cameron Maybin, Andrew Miller, Mike Rabelo y Dallas Trahern), supimos que íbamos a obtener a Miguel Cabrera en un canje. Así que Mr. I (Mike Ilitch, dueño del equipo) debe estar viendo desde el cielo, muy contento, este homenaje para Miguel”, expresó mientras el público lo silenció con una estruendosa ovación.
JONRONES PROYECTADOS EN LA PIZARRA
En la pizarra del Comerica Park se proyectaron algunos de los jonrones memorables de la trayectoria del venezolano, incluido un video tributo de los habitantes de Detroit, en especial de las Escuelas Públicas de Detroit, la Liga Atlética de la Policía y el Hospital de Niños, que han recibido el apoyo del grandeliga a través de su Fundación. Miguel, agradecido, sólo se limitó a saludar a todos los fanáticos presentes en el Comerica.
Antonio José Seijas via Alexander Mendoza/LVBP
Foto: Miguel Cabrera aclamado por 24.877 aficionados en el Comerica Park