La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, realizó su primer viaje de campaña a la frontera con México, donde se comprometió a trabajar con republicanos e independientes para reformar el “roto sistema migratorio” del país y garantizar la seguridad en la frontera. Durante su visita a la comunidad de Douglas, Arizona, Harris abordó el tema de la migración, un asunto que ha favorecido a su rival republicano, Donald Trump, según las encuestas.
En su discurso, Harris enfatizó la necesidad de establecer y hacer cumplir las reglas en la frontera, afirmando que “somos también una nación de inmigrantes”. La vicepresidenta rechazó la idea de que se deba elegir entre asegurar la frontera y crear un sistema de inmigración seguro y humano, asegurando que “podemos y debemos tener ambos”.
Harris prometió implementar sanciones más severas para quienes crucen la frontera de manera ilegal, al tiempo que propuso una alternativa legal que garantice la ciudadanía a los migrantes que han estado en Estados Unidos de forma irregular durante años. A pesar de que el tema de la migración es altamente divisivo en la política estadounidense, la vicepresidenta se mostró decidida a buscar acuerdos con los republicanos.
Antes de su discurso, Harris visitó el muro fronterizo, un símbolo de la campaña de Trump, y conversó con oficiales de la patrulla fronteriza, quienes, según ella, carecen de suficientes recursos. Además, se comprometió a combatir el tráfico de fentanilo, un opiáceo sintético que ha causado un aumento en las muertes entre los estadounidenses jóvenes.
Con las elecciones del 5 de noviembre a la vista, Harris enfrenta el desafío de convencer a los votantes que critican la gestión demócrata en materia de seguridad fronteriza, especialmente en un contexto donde los cruces ilegales han alcanzado cifras récord. La vicepresidenta también se comprometió a revivir una propuesta de ley que fue bloqueada en el Congreso durante la administración anterior, señalando que “Donald Trump la hundió”.
Mientras tanto, Trump ha centrado su campaña en una plataforma antiinmigración, promoviendo una retórica negativa sobre los migrantes. Harris, por su parte, busca reducir la ventaja de su rival en un tema que sigue siendo crucial para los votantes.