Bolivia inició el lunes una segunda semana de protestas callejeras a favor y en contra del presidente Evo Morales, al que la oposición acusa de haber ganado un cuarto mandato con fraude electoral.
En tanto, el mandatario ha llamado a sus seguidores a defender su voto con un cerco a las ciudades.
La tensión se elevó en La Paz cuando unos 500 mineros partidarios del mandatario marcharon por el centro detonando pequeñas cargas de dinamita.
Las protestas se extendían por todo el país pero se sentían más en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, las tres ciudades más grandes. En La Paz no había transporte, las labores escolares fueron suspendidas y el comercio quedó casi paralizado. Los manifestantes bloqueaban calles y avenidas con barricadas.
La protesta más radical se sentía en Santa Cruz, un bastión opositor, que lleva seis días de paro con calles cortadas, sin transporte y con el comercio paralizado.
En Cochabamba, al centro del país, se registraron enfrentamientos con palos entre manifestantes y transportistas que intentaron romper piquetes callejeros.
Tanto el gobierno como la oposición se acusan de “buscar muertos”.
En tanto, sindicatos agrarios afines a Morales iniciaron el corte de una carretera que une esa ciudad con el occidente.
Teodoro Mamani, de la confederación sindical de campesinos en Potosí, al sur, dijo que también cortarán carreteras. “Ellos (gente de la ciudad) defienden su voto, nosotros también defendemos el voto a favor de Evo Morales”, dijo a una emisora en esa ciudad.
En tanto, Morales convocó a sus seguidores a un acto en la vecina ciudad de El Alto. El mandatario acusa a los opositores de buscar un golpe de Estado.
“Vamos hacer respetar el voto con un cerco a las ciudades, a ver si aguantan”, dijo Morales el fin de semana. El mandatario alega que ganó con el voto rural, pero según expertos más del 70% del electorado vive en ciudades.
“El país está polarizado y confrontado, estamos ante un conflicto que puede llevar mucho tiempo y no habrá otra salida que un pacto político. Para ello es preciso de Morales dé un paso al costado y facilite el diálogo”, dijo el analista y abogado William Bascopé.
La Misión de Observadores de la OEA recomendó una segunda vuelta con el candidato opositor y expresidente Carlos Mesa para dirimir la disputa. La Unión Europea y países como Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia han respaldado la propuesta. El gobierno descartó celebrar un balotaje pero ha dicho que está dispuesto a permitir a la OEA una auditoria del proceso electoral si se respeta la constitución.
“Nadie nos paga, estamos acá para hacer respetar nuestro voto y la democracia. Morales no respeta nuestro voto”, dijo Joaquín Villanueva, un empleado que dejó su oficina para sumarse a un bloqueo callejero en el centro de la ciudad.
En 2016 Morales perdió un referendo que le dijo no a otra reelección pero forzó su postulación con un controvertido fallo judicial.