Mujeres migrantes víctimas de violencia de género en Perú, piden justicia en un país con tradición cultural machista y en el cual, por su condición de extranjeras, se sienten doblemente agredidas cuando reportan abusos ante las autoridades.
La violencia contra la mujer, además, se agudizó por el confinamiento obligatorio de 105 días que cumplió Perú por la pandemia del covid-19, con denuncias de presuntas desapariciones, según la prensa local.
“Cuando nosotras vamos a denunciar, lo primero que (nos) dicen es: ¿por qué no se van a su país si no les gusta?”, dice Inés Agresott, una migrante colombiana víctima de agresión por parte de su pareja peruana.
“O sea, ¿me tiene que gustar que me pegue?, ¿me tiene que gustar que me violen, a mí, a mi hijo, para que me quede en el Perú?”, añade esta mujer de 49 años.
Agresott, fundadora del colectivo Mujeres Migrantes Abusadas, reclamó junto a otras mujeres en semejante situación se les conceda residencia y nacionalización por violencia familiar, durante una manifestación ante las autoridades migratorias.
También piden poder salir del país con sus hijos menores de edad en caso de violencia, o cuando la pareja incumpla con la pensión alimenticia.
Entre enero y agosto de este año, se registraron 800 denuncias, en su mayoría de mujeres venezolanas, por violencia familiar ante organismos competentes locales.
Sin embargo, no todas denuncian por temor a represalias de su pareja.
En 2019, se superaron las 1.500 denuncias de violencia presentadas por ciudadanas extranjeras.
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