La música popular bailable larense está de luto: Ha fallecido Juan Santaella, quien fuera uno de los gigantes de la época de oro de ese tipo de música rítmica latina, de la cual disfrutaron miles y miles de bailadores de los años cincuenta, sesenta, setenta y hasta bien entrados los ochenta, del siglo pasado.
En efecto, Juan Evelio Santaella –ése era su nombre de pila-, si bien era caraqueño de nacimiento, especificamente de Galipán y desde muy joven, por causas ajenas a su voluntad, se vino –para suerte de los barquisimetanos—a la capital larense, por razones de su trabajo de ese momento –era técnico de las primeras máquinas eléctricas de cocinar café que llegaron al país, marca Gaggia—y aquí echó raíces durante prácticamente el resto de su vida.
Según nos cuenta uno de sus hijos, Freikson Santaella, su padre nació el 11 de mayo de 1937, por lo que tenía exactamente 84 años de edad.
Nos apunta Freikson que, hasta donde él tiene conocimiento, al llegar a Barquisimeto, ya su padre traía de Caracas algunos conocimientos musicales, y que, tras haber decidido quedarse entre nosotros, le fue germinando en su mente la idea de conformar algún grupo musical.
Al inicio, un cuarteto
–Sé que él tuvo inicialmente un cuarteto bailable –dice nuestro interlocutor–, tal vez a finales de los años cincuenta, o comienzos de los sesenta.
Posteriormente, Santaella conformó el recordado “Santaella y su Combo Moderno”, con el que arrancó lo que tal vez pudiera llamarse su época de oro, al extremo de que su calidad para interpretar los ritmos bailables afrolatinos y costeños le valió el que adquiriera compromisos para animar eventos bailables en varias de las más importantes ciudades del país, incluida Caracas.
Incluso, hubo en Barquisimeto –lo recordamos perfectamente— una época en que casi todo el mundo quería darse el gusto de bailar con la banda de Santaella.
Por supuesto, ni qué decir que con su Combo Moderno, y con lo que más luego fue su orquesta bailable, llegó a alternar en Barquisimeto con las más prestigiosas agrupaciones bailables de Venezuela para esos momentos, tales como la Billo’s Caracas Boys, Los Melódicos, Jesús (“Chucho”) Sanoja, Aldemaro Romero y Porfi Jiménez.
Fumador empedernido
Juan Santaella prácticamente entregó su vida a la música, y ese mismo protagonismo al que antes nos referimos le llevó a algo muy común entre los músicos profesionales de bandas bailables: Se hizo un fumador empedernido, lo cual le ocasionó, con el correr de los años, una seria afección en las vías respiratorias, denominada médicamente como EPOC.
Una afección que fue minando poco a poco su salud durante los últimos doce o quince años, y que, subsecuentemente, le ocasionó la muerte.
Según Freikson, su deceso se produjo a eso delas 5:30 de la tarde en su casa de habitación de la urbanización La Carucieña, de Barquisimeto.
“El vicio” de la música
El mismo Freikson nos cuenta, a manera anecdótica, que, a pesar de todo, a su padre se le dificultaba mucho dejar “el vicio” de la música.
Así, durante sus últimos años, en algunos momentos, iba de visita a Caracas, en donde, junto con otros músicos retirados –profesionales universitarios muchos de ellos—formaron una banda a la que denominaron como “Sindicato de la Pastilla”.
La denominación –nos explica—devino del hecho de que casi todos los integrantes de la agrupación, por su edad, debían tomar alguna pastilla para mantenerse en salud.
Valga señalar que Santaella tocaba perfectamente el piano, la guitarra, el cuatro y el tres cubano, instrumento este último que era el que ejecutaba con gran maestría en todas las presentaciones de su banda.
Entre sus vocalistas, recordamos a Rafael (“El Negro“) Blanco, “Tony” Jiménez, su hermano, Gustavo Jiménez, y Candelario Castillo.
Tremenda producción musical
Y aún recordamos todavía más una tremenda producción musical suya en formato de disco de larga duración –o “longplay”, como también se les llamaba–, denominada “Oye mi Tumbao”.
En ella, su combo interpreta con excelente acoplamiento y sonoridad algunos de los temas más sonados de la época, la mayoría inclinados hacia el son montuno y la salsa, aun cuando éste último todavía no era un género musical consagrado como tal, incluida una sabrosa bomba puertorriqueña.
Entre tales temas, podemos mencionar “El Pregón de la Montaña”, “Báilala Pronto” y “Castellano, que Bueno Baila Usted”.
Los restos mortales de Juan Santaella fueron cremados en la mañana de este mismo lunes, en el Cementerio Nuevo de Barquisimeto.
Desde EL IFORMADOR VENEZUELA extendemos nuestra más sentida palabra de condolencia a todos sus familiares, en tan dolorosos momentos.
Y nuestros permanentes respetos para quien tanta alegría llevó a tantos barquisimetanos y venezolanos en general, y quien seguirá siendo un gigante dela música popular bailable larense.
Paz a sus restos
Reinaldo Gómez