El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela (CIV), Francisco López Domínguez, advirtió que el uso obligatorio del Petro para tasar y realizar operaciones inmobiliarias incrementa la incertidumbre, genera nuevas dudas y no resuelve la creciente informalidad que afecta al mercado inmobiliario del país.
El pasado 06 de noviembre del 2019 el gobierno nacional ordenó que la compra y venta de inmuebles se efectuara también con la criptomoneda (PTR). La orden fue emitida al Servicio Autónomo de Registros y Notarías del país (Saren), para que habilitaran todas sus oficinas con el fin de implementar la opción de pagos con PTR para todo tipo de inmuebles.
A juicio de López Domínguez los vendedores de viviendas prefieren el dólar estadounidense antes que usar el criptoactivo por la falta de credibilidad sobre ese activo digital.
Explicó que “veo complicado el uso del petro en el sector inmobiliario. Salvo que se use el petro en empresas, el vendedor lo que quiere hoy es dólares, el comprador tiene dólares, si en el medio yo tengo que meter una figura como el Petro, depositar los dólares en un sitio para luego transformarlos en Petro, eso lo que genera es desconfianza, incertidumbre, entonces simplemente no va a haber operación, o termina siendo una operación fuera de la ley, en efectivo”.
Sin embargo, dijo que espera la publicación de los decretos que establecen el uso del Petro para transacciones y pago de servicios en Gaceta Oficial para opinar con propiedad, pero dejó sentado que si se trata de formalizar el mercado y viabilizar que se hagan las operaciones en un marco claro, “no hay problema, pero si se pone en riesgo el patrimonio, sobre todo de las personas de clase media, no está bien”.
Señaló que ya los gastos de registros de deben pagar en función de petros y considera que “al final es una reconversión de bolívares a petros, no veo mayor estrés ahí. No obstante, advierte que “la gente prefiere abstenerse de comprar o vender inmuebles”, lo que mantiene el mercado prácticamente paralizado.
Señaló que “los sectores estamos cada vez más de acuerdo en la inconveniencia de la imposición del Petro, pero nuestra intención es analizar el tema con seriedad y desde todo punto de vista, a través de una discusión respetuosa entre todos involucrados. Debemos llegar a acuerdos sobre estos puntos. Las decisiones no pueden caer por sorpresa”.
López Domínguez deja abierta la posibilidad de que “si se actualiza, se cambia un poco la Ley de Arrendamientos de Viviendas, y generáramos confianza, pudiésemos empezar la rueda, pero necesitamos, por ejemplo, que salga un comunicado dejando claro que respetamos la propiedad privada” para que “se genere la confianza respectiva para reactivar el sector inmobiliario en el país”.
BALANCE 2019
En torno al año 2019, añadió que “el sector inmobiliario terminó muy mal el año pasado. Los precios subieron pero se fue diluyendo el efecto en el paso del año, a cuyo fin hubo un repunte. No fue un buen 2019. Y Este año 2020 vemos que no hay confianza, porque estamos arrancando mal”.
López Domínguez señala que muchas empresas ya no hacen proyectos en Venezuela, precisamente, por la incertidumbre cambiaria, aparte de los elementos estructurales de crisis, pero lo más grave, en su opinión, en la creciente informalidad en las operaciones, con registros que no cobran tasas ajustadas a la norma y un número en aumento de operaciones con divisas en efectivo, sin seguridad ni garantías adecuadas.
El dirigente gremial señaló que los costos del sector construcción y las operaciones inmobiliarias están prácticamente dolarizados. Añadió que “no se consiguen cabillas, cemento, arena o cualquier otro material en bolívares, por lo que considera que la dolarización inmobiliaria -que según expertos alcanza a más de 95% de las transacciones- no se acabará con la imposición del token gubernamental”.
VALOR DE CAMBIO
El presidente de la Comisión de Infraestructura de Vivienda y Hábitat de Fedecámaras y expresidente de la CIV, Aquiles Martini Pietri, refirió que hay depreciación en moneda dura del mercado inmobiliario, “una vivienda está costando muy por debajo de su valor de costos. Hoy en día las viviendas se están comercializando entre un 20-25% y hasta en 30% de su valor. Es muy bajo en comparación al poder de compra, lo que quiere decir, que construir una vivienda nueva no significa que se pueda vender a su valor de construcción, por lo que se comercializa a pérdida”.
Elizabeth Dávila H.