Ash Barty remontó un 5-1 en contra en el segundo set el sábado para ganar la final del Abierto de Australia a la estadounidense Danielle Collins por 6-3, 7-6 (2) y acabó con una sequía de 44 años de las tenistas locales en su torneo del Grand Slam.
Barty fue la primera australiana en llegar a la final individual de Melbourne Park desde Wendy Turnbull en 1980, y es la primera en coronarse desde Chris O’Neil en 1978.
Se ha levantado la presión sobre la australiana de 25 años, que ha reanudado de manera notable su carrera luego de tomarse un respiro —no jugó los Grand Slam de 2015 y 16— y de jugar brevemente con la idea de iniciar una carrera profesional en el cricket luego de tres derrotas en en las primeras rondas de tres majors en 2014.
Con este en pista dura, la número uno del mundo, de 25 años, ha ganado majors en las tres superficies, tras su triunfo sobre la hierba de Wimbledon el año pasado y en el polvo de arcilla de Roland Garros en 2019. Solo Serena Williams entre las jugadoras en actividad ha logrado esta hazaña.
«Para mí, esto es un sueño hecho realidad», dijo Barty. «Estoy muy orgullosa de ser australiana».
Barty no había perdido ningún set en todo el torneo y solo cedió una vez su saque en seis partidos, frente a la estadounidense Amanda Anisimova en cuarta ronda.
Collins, de 28 años, fue la cuarta estadounidense que se enfrentaba a la estrella local en cuatro rondas consecutivas. Barty eliminó a Anisimova, Jessica Pegula y a la subcampeona del Abierto de Estados Unidos en 2017, Madison Keys, en sets corridos.
Barty se adjudicó el primer set tras salvar un punto de break en el quinto juego y romper el saque de Collins en el siguiente.
Lejos de darse por vencida, Collins respondió de inmediato con su juego de alta intensidad y quebró el servicio de Barty en el segundo y sexto games para armar una ventaja de 5-1.
Llevaba ventaja de 30-0 en el séptimo game del set, pero empezó a perder impulso cuando Barty regresó un segundo saque junto a la línea. Otros dos winners de revés le dieron la oportunidad del breakpoint.
Collins fue a la jueza de silla a quejarse por el ruido de los espectadores y recibió un fuerte abucheo. La jueza pidió a la gente que se abstuviera de gritar cuando la pelota estaba en juego como cortesía para las dos jugadoras.
Cuando un fuerte revés de Collins se fue desviado, lo que le dignificó la pérdida del game, recibió otro abucheo.
Barty inició entonces su remontada alentada por la energía de una cancha Rod Laver Arena casi llena a pesar de las restricciones de aforo por la pandemia del coronavirus.
Se llevó cinco de los siguientes seis games y llevó el duelo al tie break, donde mostró su dominio poniéndose rápidamente 4-0 arriba.