La jornada de negociaciones este martes 29 de marzo entre los delegados de Rusia y Ucrania, en Turquía, terminó con el anuncio de las autoridades rusas de reducir la actividad militar en torno a la capital ucraniana, Kiev, y la asediada ciudad de Chernígov.
En el marco de las negociaciones, las autoridades de ucranianas también anunciaron que castigarán a quienes maltraten a prisioneros de guerra, y pidieron que Rusia haga lo mismo.
«Experimentamos una escalada cada vez mayor del conflicto, con la violación de las normas de la guerra. Individuos en ambos bandos están pidiendo la destrucción total del adversario, que contradice directamente las convenciones de Ginebra y el tratamiento de los prisioneros de guerra», dijo el asesor presidencial Mikhailo Podolyak a la emisora del Parlamento de Ucrania.
Las conversaciones tuvieron lugar en la oficina presidencial turca de Dolmabahce y duraron más de tres horas.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.
Según el gobierno ruso, el objetivo del operativo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
Fuentes: DW/ Últimas Noticias