El rey Carlos III llegó este miércoles 29 de marzo a Berlín en su primer viaje al exterior como monarca, con la esperanza de mejorar las relaciones del Reino Unido con la Unión Europea y de ganarse la simpatía de los extranjeros como lo hizo su madre a lo largo de siete décadas.
Carlos y Camila, la reina consorte, aterrizaron en el aeropuerto de Berlín a primeras horas de la tarde. El rey, vestido con abrigo negro, y su esposa, en un abrigo azul claro y sombrero con borde plumado, se quedaron un tiempo al tope de la escalerilla del avión para recibir un saludo de 21 disparos mientras dos aviones militares sobrevolaban el área.
El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier planeaba recibir a la pareja real con honores militares en Puerta de Brandenburgo en Berlín.
Carlos, de 74 años y quien ascendió al trono tras el fallecimiento de la reina Isabel II en septiembre, será coronado el 6 de mayo. Como jefe de Estado, el rey de Inglaterra se reúne semanalmente con el primer ministro y retiene el rol de su madre como líder de la Mancomunidad Británica.
Carlos inicialmente iba a visitar Francia primero, pero las masivas protestas allá lo obligaron a cancelar ese viaje.
El viaje, promovido como una gira de varios días por los países más grandes de la Unión Europea, estuvo diseñado para recalcar los esfuerzos del primer ministro Rishi Sunak por reparar las relaciones con la UE y resaltar la historia compartida de las naciones occidentales en momentos en que tratan de unir esfuerzos contra la agresión rusa en Ucrania.
En Alemania, el rey Carlos enfrentará la primera prueba sobre si tiene el “poder suave” que la Casa de Windsor tradicionalmente ha ejercido, ayudando a Gran Bretaña a lograr sus metas geopolíticas en medio del glamur de una monarquía de 1.000 años de antigüedad.
Foto: AP