En el mes de marzo efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el Punto de Atención al Ciudadano (PAC) El Furrial, estado Monagas detuvieron a dos hombres por llevar de contrabando siete aletas de tiburón.
Como Roger Moisés Brito Gómez y Reinaldo José Guevara fueron identificados los privados de libertad a quienes se les incautaron siete aletas de tiburón equivalentes a 100 kilos.
De acuerdo con lo reseñado por el Periódico de Monagas, los castrenses realizaban labores de patrullaje en el mencionado lugar cuando notaron la presencia de un vehículo tipo Sedan, en el que se desplazaban Brito y Guevara, con dirección Punta de Mata – Maturín.
En la revisión del vehículo, encontraron en el maletero un total de siete receptáculos contentivos en su interior de un total de 100 kilogramos de aletas de tiburón, 20 kilogramos de tengusa (algas marinas secas) y 55 kilogramos de pepino de mar; muertos y aparentemente procesados.
En vista del hallazgo, ambos hombres resultaron aprehendidos en flagrancia y puestos a disposición del Ministerio Público para iniciar el proceso penal correspondiente.
Durante la audiencia de presentación, la Fiscalía 14ª de Monagas imputó a Brito Gómez y Guevara por la presunta comisión de pesca ilícita, contrabando agravado y agavillamiento.
Sin embargo, el Tribunal 1º de Control en esa entidad oriental desestimó el primer tipo penal.
Una vez evaluados los elementos de convicción por parte de la representación fiscal, la supramencionada instancia judicial dictó la referida privativa de libertad contra ambos imputados y ordenó su reclusión temporal en el Internado Judicial de Oriente (CPO), también conocido como cárcel de «La Pica».
La sopa de aleta de tiburón es considerado el manjar de los manjares en la cultura china. A su consumo se le asocian supuestos beneficios para la piel, el cuerpo y también se considera un gran baluarte contra el envejecimiento o un estupendo afrodisíaco.